Xavi es un lujo

La admiración que despierta el juego de Xavi entre gente que tiene cierta autoridad para opinar de fútbol, contrasta con la escasa valoración que recibe el fantástico jugador de Terrassa entre un reducido sector del barcelonismo. Casi es innecesario que repita que suspiro por verlo jugar en el mismo Barça con Cesc y Piqué, además de Valdés, Puyol, Iniesta, Bojan, Eto'o, Riera…Quicir un Barça con actitud y compromiso. Pero todavía hay quien no perdona a Xavi que en día salvara el cuello de Louis van Gaal con aquel gol de Valladolid que nos dio la Liga. Xavi es un superclase, mejor que Pirlo, infinitamente superior a Guti, más maduro que Cesc, más cerebral que Iniesta. Pero, para colmo, no sólo salvó a Van Gaal sino que con el mismo tiro mató a dos pájaros, pues también sentó a Guardiola en el banquillo y, de forma indirecta y sin duda involuntaria, precipitó el declive del Pep. Xavi pasó a ser en determinados periódicos “X. Hernández”, y calificado de forma invariable en los juicios individuales de “previsible”, “horizontal”, “reiterativo”... Todo eso no ha influido en los entrenadores que han desfilado por el Barça en los últimos ocho años, ni en los seleccionadores, ni en los periodistas ingleses, franceses, italianos ni de Madrid. Pero son prejuicios muy enquistados y, pulután, duraderos y difíciles de erradicar totalmente.

Positifo: que el Barça busque una salida para Marc Crosas, estancado en Tercera División y con pocas perspectivas de tener minutos en el primer equipo. Me encantaría una cesión al Sporting de Gijón, una verdadera escuela de buen fútbol, que además este año tiene serias aspiraciones al ascenso. Y es el equipo de Quini, ¡carallu!.

Nejatifo: que algunos jugadores del Barça se nieguen a asumir la situación, parecen conformes con ir “a sólo” 4 puntos del Madrid (que ya ha visitado al Sevilla, Valencia y Espanyol), y niegan que haya una actitud negativa y perdedora cuando el equipo no está arropado por su público. Me reconforta ver que al menos Oleguer y Deco, como antes hizo Puyol, sí asumen ese déficit.

¡Bona tarda, bona sort i bon viatge a Ítaca!