Me preocupa el Barça, no puedo ocultarlo. Veo a Laporta abrazado al poder político y económico, rodeado de una guardia de corps mediática que no cesa de darle jabón, imitado incluso por quienes quieren presidir Catalunya como si fuera un club de fútbol, dedicándole los mejores años de su vida...Vale, Laporta es un referente, uno de los personajes más populares de nuestro país, uno de nuestros líderes más válidos y carismáticos en estos momentos. Pero al mismo tiempo me preocupa que el fútbol siga regido por esos caprichosos mecanismos en los que todo vale cuando la pelota entra pero todo se vuelve en contra si a la pelotita le da por no entrar o por meterse en la portería equivocada. ¿Que la pelota entra? El presidente puede obrar como un sátrapa, vaciar los bolsillos de los socios, romper la histórica neutralidad del club o ir cortando lonchas del patrimonio heredado como si fuera un jamón de Trevélez, tan exquisito en aroma y sabor que una vez empezado uno ya no puede parar hasta que toca hueso. ¿Cómo no ponerse como un bacó, frente a semejantes tentaciones para el paladar? Pero, ¡ay del presidente que da con una jodida pelotita que no quiere entrar! Y, nuestro admirado Laporta, el del “que n'aprenguin!”, está a un paso de ver cómo la pelotita la da la espalda. Lo digo con la mano en el corazón: No sé qué pasa que lo veo todo negro.Vienen tiempos difíciles pues peligra nuestra continuidad en la Liga de Campeones. ¿Para qué os voy a engañar?. Por ello, desde esta modesta tribuna, hago un llamamiento a todos los zozis i patitzants, sobre todo a los nuñistas entre los que tengo la honra de contarme, para unir sin costuras ni remaches nuestras legítimas discrepancias y mantenernos firmes y unidos en torno a nuestro actual presidente, democráticamente reelegido tras una sentencia judicial.
Positifo: que el partido en el campo del Levski de Sofia, que en principio tenía que ser un simple trámite, un paseo triunfal, ahora se convierte en un compromiso serio en el que Rijkaard y sus jugadores deben dar el primer puñetazo en la mesa para recuperar imagen internacional. En el caso del entrenador, es de esperar que la UEFA tenga en cuenta su intachable trayectoria como técnico (otra cosa es su ya lejano pasado como jugador) y le permita sentarse en el banquillo.
Nejatifo: las oscuras perspectivas sobre la posibilidad de que Eidur Gudjohnsen, el hombre providencial en Vigo (gol de la victoria), Bilbao (roja a Casas), ante el Recre (penalti de Mario) y con el Chelsea (segundo gol), además de otro penalti que ahora no recuerdo, pueda jugar finalmente en Riazor, lo que sería una sensible baja en un partido en el que el campeón expone el liderato.
¡Cap a Ítaca per a costa da morte!
Todos con Laporta, caramba
viernes, 3 de noviembre de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 1:20 a. m.
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