¿Otra vez Barça-Arsenal?

Cinco meses han bastado para que los dos grandes finalistas europeos, el campeón y el subcampeón, hayan pasado de la gloria al purgatorio. El Barça es líder en la Liga española, pero todos sabemos que ha necesitado de las parihuelas arbitrales para avanzar punto a punto, mientras que en Europa sólo ha sumado dos de nueve, en los tres partidos serios que ha debido afrontar. Esto no es una opinión sino un hecho matemático. ¿Y el Arsenal? Peor, si me apurais. En la Premiership ya ha perdido la estela del Manchester y del Chelsea, y en la Copa de Europa ve amenazado su futuro al empatar en casa con el CSKA de Moscú después de perder en la capital de la antigua URSS. Un punto de seis y perseguido por un Oporto en alza, que le recibirá en la última jornada en el estadio de O Dragao, puede mandar a los gunners a la Copa de la UEFA. Sé que alguno me querrá matar porque se me haya ocurrido lo que voy a decir, pero, como mal menor, ¿no sería bonita una final de la Copa de la UEFA entre el Barça y Arsenal...?

Positifo: que lo de Gudjohnsen no es nada y el atleta islandés podrá jugar casi con toda seguridad en Riazor. ¡Bravo vikingo!. Se nota que es de buena pasta, duro como sus ex compañeros del Chelsea y no blandengue y quejica como otros. A ver si en su segunda visita a Galicia mete otro gol providencial como el que logró en Vigo, aunque sea tan protestado como aquél (por los perdedores).

Nejatifo: que la UEFA esté buscando las cosquillas a Frank Rijkaard y (según la BBC) haya decidido investigar los incidentes del final del partido con el Chelsea en el Camp Nou, además de investigar por qué el árbitro Stéfano Farina mostró tantas tarjetas (seis) a los jugadores del equipo inglés, por entender que algunas pudieron ser provocadas por las presiones de los jugadores del Barça.

¡A Ítaca el pensament és plural però no es fan judicis de intencions!