Por lógica, el Chelsea ha de quedar primero de nuestro grupo y nosotros segundos. Dependemos de nosotros mismos y, ganando al Levski en su casa y al Werder Bremen en la nuestra, clasificados. Que en el partido de Sofia nos hayan puesto un árbitro ruso (Yuri Baskakov), es bueno para nosotros, pues los colegiados de los países de la ex Europa Oriental, barren hacia occidente como locos, sabedores de dónde está el poder del fútbol. Con ello no quiero decir que necesitemos la ayuda del compatriota de Roman Abramovich (dueño del Chelsea), sino que empezamos teniendo la suerte de los campeones con la designación. Por otra parte, aunque nos sea indiferente lo que haga el Chelsea en Bremen, mi admirado José Mourinho no para de afirmar que van a por todas. Reservó el sábado a Ballack, la gran estrella del fútbol alemán, para quien este partido tiene que ser especial. Y, además, un mal resultado europeo le pondría en desventaja moral ante el líder de la Premier, el Manchester United, que le espera el próximo domingo en Old Trafford. También nos interesa que el Madrid le meta hoy más de dos goles al Lyon para que quede primero de su grupo, porque así evitamos a los franceses, un rival de cuidado, en octavos de final. Paradójicamente, los barcelonistas debemos desear esta semana una victoria del Chelsea (aunque en realidad nos sea indiferente) y una goleada del Madrid. A veces la vida te depara estas disyuntivas entre lo que te pide la razón y lo que quiere el corazón. Es dura la vida del hincha.
Positifo: que el Madrid haya conseguido un buen contrato de televisión, porque seguro que nuestros directivos habrán previsto en el que nosotros firmamos con Mediapro una cláusula de "club más favorecido", como la que en su día hizo firmar Núñez a Telefónica Media, según la cual no podía haber ningún otro club en la liga española que cobrara más por derechos de televisión que el Barça. En cuyo caso, Telefónica venía obligada a igualar el montante del club azulgrana. Marc Ingla habrá tenido suficiente con actualizar las cifras pero copiando el contrato de Núñez para apuntarse un buen tanto.
Nejatifo: que Juande Ramos vaya diciendo por ahí que se huele que Frank Rijkaard no continuará el año que viene en el Barça. Coincido plenamente con Txiki Begiristain en reprocharle esa actitud. Que lo digamos los periodistas, como impresión profesional y a expensas de nuestra credibilidad (que en muchos casos está por los suelos), pase. Pero que entre colegas se hagan ese tipo de insinuaciones, me parece un detalle poco elegante, uno más del actual técnico sevillista.
¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!
Semana de mucha pasión
lunes, 20 de noviembre de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 9:29 p. m.
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