Los noventa minutos que se han repartido Gudjohnsen y Ezquerro les ha reportado un hat trick. El equipo ha ganado por lo civil en vez de hacerlo por lo criminal, como venía sucediendo en los últimos encuentros, aunque en el momento en que la ha necesitado, ha vuelto a tener la suerte de los campeones. Los cuatro goles han llegado tras chispeantes jugadas, rápidas, verticales y decididas: en los cuatro, el goleador del Barça se ha plantado en un mano a mano con el portero Prats. Y en los cuatro la solución ha sido fantástica. Con decir que Gudjohnsen hoy me ha parecido el Gudjohsen del Chelsea, está todo dicho. Y abro paréntesis: mi admirado José Mourinho, que ayer ganó al West Ham de falta lanzada (magistralmente) por Geremi, habrá disfrutado hoy con el resumen de la Liga española: dos de Gudjohsen, dos de Maniche (At. Madrid), en las goleadas de la jornada.
Sigamos: lo de Ezquerro ha sido espectacular y ha hecho bueno mi artículo del otro día en Mundo Deportivo, reclamando para él las últimas medias horas. Si Giuly no espabila (y hoy no lo ha hecho), se pueden invertir los términos y ser el francés el que termine los partidos. Era el día de los olvidados, pues también Oleguer ha tenido su oportunidad y la ha aprovechado, tanto en la banda como de central: hasta ha tenido la suerte de que en el gol del Mallorca el que queda retratado es Márquez. No hago mayores elogios de Iniesta, que ha intervenido en todos los goles del Barça, porque no los necesita. También agradezco a Andresito que me dé la razón, cuando pedía yo en mi anterior post más gol a los centrocampistas. Tanto él como Motta (gran remate en un córner) y Deco, han aprovechado la blandura del Mallorca para pisar área. Y como el Levski de Sofia no creo que sea más rival que este Mallorca lento, blando y sin remate, el partido de hoy ha sido el mejor ensayo para el del miércoles.
Positifo: que el panorama de la cabeza de la liga se empieza a aclarar y la pugna va a reducirse al Barça, Sevilla y Madrid. El Valencia finalmente parece una novela de Ferran Torrent aunque la realidad empieza a superar la ficción literaria. Con la mirada puesta en el pelotazo de Mestalla, la directiva ché ha dado plenos poderes en lo futbolístico a Amedeo Carboni, que los utiliza para jorobar cuanto puede al entrenador. Encima, víctimas de las leyes de Murphi, pronto tendrán que ampliar la enfermería.
Nejatifo: los piscinazos de Puyol, Márquez y Zambrotta, un zafio recurso para engañar al árbitro cuando el delantero contrario les gana la posición.
¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!
'Hat trick' de Gudjohnsen-Ezquerro
domingo, 19 de noviembre de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 10:29 p. m.
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