El bueno era Neeskens

Caso único en la historia, Ten Cate es el primer segundo entrenador que en tres años ha llegado a dos finales de la Copa de Europa. Posiblemente el día 21 será el primer segundo entrenador en la historia del fútbol que haya ganado, desde ese cargo gris pero tremendamente influyente en la gestión de una plantilla, dos Copas de Europa. Yo así lo creo y espero. Mientras, nosotros, postulando por entrenadores de Tercera División y con nula experiencia para pilotar un airbus. Me parece que vamos en contra dirección, al revés que todo el mundo. Pero ahí radica nuestra grandeza, ¿oi? Mientras todos llevan –y cobran por ello- publicidad en la camiseta, nosotros pagamos por hacer el bien. Mientras todos nuestros rivales directos no fichan jugadores de menos de 25 millones de promedio (ahí están los Pepe, Robben, Sneijder, Sergio Ramos, que nos daban tanta risa, o los Park, Hargreaves, Carrick, Tévez, Nani y Anderson), nosotros vamos a refundar el proyecto a partir de la pedrera: Crosas, Pedrito, Marc Valiente, el hijo de Busquets…Como dice el Sumo Hacedor de Prodigios, “si los demás no van en mi dirección, es que los demás están equivocados”. Ten Cate también está equivocado. El bueno es Neeskens.

Positifo: 1) que se haya declarado de alto riesgo el partido Barcelona-Valencia, y que la policía tome militarmente el Camp Nou y restantes instalaciones del club, para evitar disturbios, abortando de ese modo cualquier maniobra o coartada que puedan justificar una posterior caza de brujas. 2) que esa bunkerización del Barça no coarte, impida o limite el derecho de los barcelonistas a la libre expresión de su descontento si lo hubiere, que creo que sí lo hay, siempre dentro de los límites de la corrección y sin violencia, al más puro estilo Elefant Blau.

Nejatifo: que Txiki Begiristain, máximo responsable del estrepitoso fracaso deportivo en el fútbol azulgrana (no así en el baloncesto ni el balonmano), cuya incapacidad ha quedado patéticamente de manifiesto, sea el encargado de “refundar el proyecto”, lo que nos conducirá a un desastre todavía mayor, si cabe, pero tristemente anunciado desde estas mismas páginas.


¡Bon dia, bona sort i bon viatge a Ítaca !