Laporta, el nuevo Sarkozy

Laporta se va hoy a Swazilandia pero sus partidarios no deben inquietarse: volverá. El presidente azulgrana no va a fichar jugadores ni a entablar relaciones con ningún club sino en misión humanitaria: inspeccionará de primera mano que se ha hecho con el millón de euros que los socios hemos destinado a erradicar el sida y la pobreza en aquel país. Me encanta la idea, pero me encantaría aún más si ese dinero, en vez de salir del dinero de los socios lo generase la camiseta, y que el nuevo responsable del marketing en el club fuera capaz de arrancarle a Ikea, Hugo Boss o Milka de Suchard un puñado de euros que nos permitiría extender nuestra labor humanitaria a Leshoto, Namibia y otros países de la zona. Países a los que Laporta, versión futbolística de Sarkozy, que ya conoce Marruecos, Camerún, Sudáfrica y Senegal, aún no ha viajado y que podrían colmar su periplo humanitario. Por cierto, ¿alguien dudaba que somos una ONG?

Positifo: la próxima e imprescindible vuelta al equipo de Samuel Eto'o, porque necesitamos un jugador con pegada. No es de recibo que, jugando la mitad que nosotros, el Madrid nos lleve cuatro puntos debido a su mayor capacidad goleadora, que nos aventaje hasta el Atlético en goles marcados y que estemos por debajo, entre otros, del Arsenal y el Roma, dos equipos que haríamos bien en tratar de emular.

Nejatifo: que se confirma la lesión crónica de Thierry Henry, lo que debió desaconsejar su fichaje o rebajar sensiblemente los 24+3 millones de su traspaso. Con un presidente como dios manda, el Barça ya habría roto relaciones con el Arsenal, que lleva años choteándose de nosotros y chuleándonos: los 8.000 kilos (casi 50 de euros) por Petit y Overmars (tan cascado como Henry), el rapto de Cesc Fàbregas y ahora lo de Henry.

¡Bon dia, bona sort i bon viatge a Ítaca!