Ya me veo las bolitas en el sorteo de los octavos de final de la Champions: Liverpool-Barça. Existen grandísimas posibilidades, porque el Liverpool no puede enfrentarse al Chelsea, al Manchester United, al Oporto y –tal vez- al Arsenal. Le quedarían cuatro y a lo sumo cinco posibles rivales: Inter, Milan, Madrid, Barça y eventualmente el Sevilla. Aritméticamente, es el equipo con más posibilidades de emparejarse con el Barça (1/4 o 1/5 frente a 1/7 de que el rival sea el Celtic o el Fenerbahce). Y eso me inquieta. Y más porque ese Liverpool arrollador de Marsella, es decir, grande de Europa, no tiene nada que ver con el que perdió lastimosamente el sábado ante el Reading. Tiene dos caras pero la que ofrecería ante nosotros es la que inspira más temor. Los entusiastas de Anfield, que se lo pasaron tan bien hace unos meses pese a que el Barça caía eliminado, pueden empezar a hacer cola en las oficinas del RACC. A mi, que no me esperen.
Positifo: que el Barça haya hecho los deberes con puntualidad (como Milan, Inter y Manchester United, ¡vaya élite!) y el partido de esta noche ante el Stuttgart le permita reservar a titulares para Mestalla y dar minutos a los reservas.
Nejatifo: pese a que en realidad no lo veo tan negativo, me desconcierta que a estas alturas ya sepamos que Thierry Henry no va a estar ni en el banquillo ante el Madrid. Pero más negativo me parece que se admita desde el club que se fichó el jugador (24+3 kilos), a sabiendas de que arrastraba una lesión que cada vez parece menos leve.
¡Bon dia, bona sort i bon viatge a Ítaca!
El Liverpool llama a la puerta
miércoles, 12 de diciembre de 2007 | Publicado por Enric Bañeres en 10:22 a. m.
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