Exijo más pegada

Todos sois culpables. Todos, menos yo. Hemos vivido tanto tiempo del subsidio arbitral, confiando en los goles de falta inexistente, del penalti regalado, del piscinazo infame, que ahora, cuando tenemos que vivir de lo que realmente viven los equipos ganadores, de los goles de verdad, de los nítidos, de los indiscutibles, de los que culminan una jugada que te levanta del asiento, nos quedamos cortos. Goles, ¡golazos! como el primero de Lyon, como el de Montjuïc. Fantásticos pero escasos: nouvelle cuisine, perfumada, equilibrada en texturas, sugerente, que te impacta…pero escasa. Eso es el Barça de ahora: el polvo del siglo y cinco gatillazos. Quiero pegada, exijo pegada, percusión, contundencia, ¡gol!. Me irrita que una mierda de Madrid nos lleve cuatro puntos sólo porque tiene más gol. Me rebelo contra eso. Echo de menos a Henrik Larsson, ¿qué quereis que os diga? un legionario como ese sueco, un Johann Elmander, un Miroslav Klose, un Vincenzo Iaquinta, ¡un Diego Forlán, las hostias que recibí cuando decía preferirlo a Henri, buscad, buscad en la hemeroteca del blog!. Lamento que no hubiéramos fichado a Iaquinta cuando trajimos a la simpática gashina maxi. No quiero recuperar a un tirafaltas, porque para eso habría repescado al Marianico Angoy de los Dragons, y para de contar. No sé si lo había dicho todavía: ¡Te necesitamos Samuel, vuelve de una jodida vez, métete en medio de esa chiquillería que ahora tenemos en la delantera y hazles tan felices como el Rey Baltazar! ¡Tráenos a todos el regalo del gol, el que yo te pido en esta especie de carta a los Reyes Magos!

Positifo: que el viaje de Laporta a Swazilandia abre de nuevo el debate sobre la conveniencia de llevar una publicidad como Dios manda en la camiseta, fichar con la pasta a Cesc Fàbregas o a Didier Drogba y dejar para los economistas favorables a la contaminación que provoca el cambio climático, al trabajo esclavo de los niños y al neocolonialismo, su ONG “Hipócritas sin fronteras”.

Nejatifo: las especulaciones sobre el futuro entrenador del Barça y la fecha de caducidad de Frank Rijkaard, en las que seguimos emperrados los periodistas pese al tremendo ridículo que hicimos (yo el primero) hace un año sobre el particular, situando a FR lejos del Camp Nou a 30 de junio...pasado.

¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!