¡Qué cosa más vulgar!

Qué bien que cierre por una temporada este fútbol subvencionado por los árbitros, ramplón, piscinero, repleto de vedettes remolonas, que piden las faltas como en un self service para cubrir el expediente con el mínimo esfuerzo. ¿Cómo y por qué van a ir más de 53.000 personas al Camp Nou? Y eso que jugaban los subcampeones del mundo. Y no me vengais con que hacía frío porque este sábado vereis campos repletos con temperaturas más bajas que las nuestras. Menos mal que estas Navidades me podré dar un atracón. Y me lo daré de algo que nunca sacia mi voraz apetito: de fútbol sin trampa, de fútbol de la Premier League. Para empezar, este sábado podemos tener cambio de líder, porque estoy convencido de que el Chelsea ganará en el campo del Wigan y el líder pinchará en Birmingham ante el Aston Villa. ¡Vuelve, fútbol, carajo!

Nejatifo: que cada vez me parece más lamentable el banquillo de suplentes del Barça, con jugadores que han tenido nombre pero que han caído en un profundo y alarmante pozo de mediocridad. A Thuram, lo mismo que a Cannavaro con el que formaba un tándem inexpugnable, parece que lo haya intoxicado algún espía ruso...

Positifo: que ya hemos encontrado al niño japonés ese que se hizo un hartón de llorar por la derrota del Barça, mientras Laporta y su comitiva de directivos se daban también un hartón, pero de langosta. Nuestra crueldad no tiene límites: ahora le queremos obligar a presenciar un partido en el Camp Nou. ¿Puede terminar la Unicef por retirarnos el anuncio?

¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!