Ya sé que errar es humano y que de sabios es rectificar. No lo pongo como excusa porque a mi me fastidia horrores equivocarme. Además, en mi oficio no hacemos pronósticos sino análisis que se supone tienen una base seria y rigurosa. Reconozco que me deslumbró la exhibición del Barça (y la de Ronaldinho) ante el América de México y a partir de ese momento, todo lo que escribí fue producto de la obnubilación. Mal hecho. Hasta mi hija, con le que he visto la final mientras desayunábamos unos cruasans de chocolate y unas ensaimadas de Pastisseries Morera, me ha preguntado casi al final del primer tiempo: “Però, papà, ¿és què no vol guanyar el Barça?”. Naturalmente, le he dicho que apartara de su adolescente cerebro tan peregrina y poco deportiva idea, pero...el mal ya estaba hecho y durante todo el segundo tiempo esa idea me ha repercutido en la mollera una y otra vez. Sobre todo, en los humillantes cinco últimos minutos, cuando nosotros parecíamos el Barça C y ellos el Estudiantes del Cholo Simeone. He acabado con tal cabreo, que casi ni me apetecía ir a la comida de Navidad de una peña amiga. Y ni siquiera he querido ver el partido del Chelsea, por miedo a tener otro disgusto, ni he querido entrar en todo el día en el Live Score para saber qué habían hecho el Inter de Milán y sus perseguidores, cómo han terminado el equipo de Van Gaal y el de Ronald Koeman, y si por fin ha tenido algún minuto Kluivert en el PSV y se ha estrenado como goleador. Por hoy, no quiero más disgustos.
Positifo: que acabo de entrar el Live Score y veo que para los tipos raros como yo, hay vida más allá del Barça: el Sevilla recibe la recompensa de un liderado provisional pero no por ello inmerecido; el PSV arrolla y Kluivert ha jugado y marcado; Van Gaal sigue sacándole a un taxi el rendimiento del Aston Martin de 007. ¿Y lo del Chelsea?, con recochineo: remonta por dos veces en el campo del Everton, con golazos de Ballack, Lampard y Drogba, y al rato pierde el Manchester United en el campo del modesto (pero aguerrido) West Ham. A este paso, Abramovich no va a tener argumentos para destituir a Mourinho, como tantos barcelonistas ansían. ¿Tendrán que cambiar de caballo en futuras apuestas...?
Nejatifo: que por más que la web del Barça trate de esconderlo, el Barça B y el Barça C han perdido una jornada más, lo que empieza a crear una situación crítica en los filiales del Barça, que, en el futuro, tendrá que reponer las piezas de Víctor Valdés, Oleguer, Puyol, Motta, Xavi, Iniesta y Messi, con fichajes a golpe de talonario. ¿Cuánto costaría encontrar en el mercado los equivalentes a esos jugadores? ¿cien millones de euros? ¿tendremos que seguir vendiendo patrimonio heredado por no haber sabido continuar la labor de cantera, una de las cosas que funcionaban la mar de bien, lo mismo que las secciones?
¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!
Del ¡oooooh! al ¡uuuuuh!
domingo, 17 de diciembre de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 8:45 p. m.
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