Necesitamos a Ronaldinho implicado, motivado, inspirado, líder, demoledor, aplastante. Tiene más peligro que un gramo de polonio en manos de Putin. Ronaldinho es polonio enriquecido. ¡Polònia tiene armamento nuclear!. El resto del equipo, me sabe mal repetirlo, lo veo inferior al Werder Bremen. Deco empata con Diego y Motta puede superar ligeramente a Jensen, cosa que no sucedería de jugar Baumann, una baja que juega a nuestro favor. Si Xavi estuviera bien (cómo estará que parece que no apunta ni a titular), podríamos equipararnos a la pareja Frings-Borowski. Su portero no admite comparación con Víctor Valdés pero su defensa supera o a lo sumo iguala a la nuestra. Klose es infinitamente mejor que Gudjohnsen y un Giuly inspirado debe ser más eficaz que el joven Hunt, uno de los que sucumbirán al ambiente. Pero tenemos algo, alguien, que ni ellos ni nadie más puede incluir en su alineación. Suspiramos por una noche mágica y creemos, ingenuos, que la magia la debe poner el público pero, en las famosas noches mágicas como en Stamford Bridge, como ante el Milan, como el año pasado en el Bernabeu, ¿quién marcó las diferencias? ¿quién le dio al equipo el plus de excelencia que hipnotizó a todo el mundo?. Tenemos otros dos jugadores capaces de atarle las botas a nuestro número uno (que lo es también del fútbol mundial), como son Samuel Eto'o y Leo Messi. Pero llorar los ausentes sólo conduce a la desmoralización y el victimismo. Hoy lo único que nos sitúa por encima del Werder Bremen se llama Ronaldinho. Como bloque, el equipo alemán es marmóreo, compacto, intimidador. Defienden con serenidad y contundencia, como demostraron ante el Chelsea; son un turmix en el centro del campo y tienen gol, muchísimo gol, porque además de contar con un magnífico finalizador todos los centrocampistas tienen llegada y pegada. Hay quien dice que exagero con lo de Ronaldinho: son los mismos que se lamentan de que nuestro crack no estuviera el otro día en el campo del Levante. ¿En qué quedamos? ¿Era imprescindible en Levante y uno más en el partido del siglo?
Positifo: que por fin puedo compartir un mensaje de Txiki, quien ha pedido que los socios propensos al desánimo, vayan al campo. “Necesitamos a todos, pero lo que les pediría es que procuren no exteriorizar su pesimismo”, ha dicho más o menos el secretario técnico. Ni yo mismo lo habría expresado mejor.
Nejatifo: que seamos el único equipo del G-14 de los que participan en la Liga de Campeones que aún no tenemos la clasificación. Como contrapartida, tenemos de nuestra parte las estadísticas, pues desde que la Copa de Europa se juega con este formato, el campeón siempre ha superado la fase de grupos.
¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!
Polònia tiene polonio
martes, 5 de diciembre de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 12:18 a. m.
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