Nunca agradeceremos lo bastante a Fabio Capello que nos diera anoche un subidón de autoestima. Claro que yo, más que quitar méritos a este Madrid que no merece ninguna credibilidad, prefiero atribuírselos al Recreativo, un equipo formidable fuera de casa. ¿O no recordais cómo tuvimos que ganarles nosotros en el Camp Nou? ¿Por lo civil...o por lo criminal? En fin, que las cuentas pendientes que esta semana teníamos con el Madrid, las hemos ganado todas de golpe con esa inesperada baza de anoche. ¿No le pedían espectáculo a Capello? ¿Quereis más espectáculo, aunque se trate de un espectáculo lamentable, lo que ofrece ahora mismo su equipo...?
Pero viene empujando un soberbio Sevilla, un equipo que a mi me dejó en estado de shock en la final de la Supercopa de Mónaco mientras casi todo el mundo quiso ver -y todavía sigue viendo- en aquella derrota el absentismo del Barça más que los merecimientos del equipo andaluz. Hablo del equipo, no de las chuminadas que dicen el presidente y el entrenador. El equipo es un torrente de juego, un acicate para que el Barça trate de encadenar su tercera liga consecutiva. Que no se diga que en este ciclo también nos aprovechamos de los rebotes, como hacían Núñez y el Gran Johan gracias al Tenerife.
Para empezar, ganemos al Atlético, empresa harto difícil porque las dos últimas temporadas ha sido nuestra bestia parda en el Camp Nou. Se trata de un visitante de postín, con dureza, compromiso con la camiseta, jugadores con experiencia y un estratega en el banquillo. Pero sería una lástima que el Barça no completara hoy la faena que el Recre inició ayer.
Positifo: que he visto expulsar (segunda tarjeta) a un jugador del Getafe, Casquero, por hacer una piscina y simular un penalti. A ver cuando caen torres más altas.
Nejatifo: que mi admirado Mourinho, cuando la Premier está amenazada por una epidemia de teatreros, piscineros y sinvergüenzas, hace una denuncia poniendo un nombre y un apellido (Andrew Johnson, Everton), casi lo crucifican. Pero él, con dos cojones, que es como se puede ir cuando se tiene tranquilidad de conciencia.
¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!
El Sevilla, como un torrente
jueves, 21 de diciembre de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 1:38 a. m.
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