Ya somos, junto al Ajax y el Juventus, el tercer equipo europeo con todos los grandes títulos en su poder, Copa de Europa, Recopa, UEFA/Ferias, Supercopa y, ahora, la Copa Mundial. Bueno, no la tenemos todavía de un modo efectivo sino que nos la guardan para el domingo pero si ante el América de México el Barça jugaba la final anticipada, lo de aquí tres días ante los brasileños será un puro trámite. Si yo fuera el presidente del Parlament de Catalunya, me volvía y empezaba a preparar leyes para solucionar los muchos problemas que tenemos los ciudadanos en nuestra vida cotidiana. Y a verlo por televisión, como todo hijo de vecino. ¿Lo más destacado ante el América? La seriedad con que Frank Rijkaard se ha tomado el partido, con una alineación y unos cambios que prestigian el torneo. Ya nadie hablará de trofeo menor si el campeón lo gana con el fútbol excelso mostrado por el Barça. Las facilidades que daban los mexicanos desde el principio, me han recordado reciente paso del Villarreal por el Camp Nou. Con el añadido de la actuación estelar de Ronaldinho, sobre todo a partir de que el resultado ya era irreversible. Cada una de sus acciones ha sido mágica y me ha recordado el Ronaldinho de la final de la Copa del Mundo del 2002, el mejor de Brasil. Su actuación personal, artística, un regalo para el público y un relanzamiento de la marca Barça, es lo más destacado de un partido de guante blanco, de exhibición, casi un Gamper. Pero que también ha servido para demostrar que si el juego del Barça no es cortado con faltas y sus estrellas no sufren la presión asfixiante que se practica en Europa, es capaz de ofrecer partidos de una extraordinaria belleza, con un ritmo de circulación de balón que deja atónitos a los rivales y tengo la impresión que también a los nipones que aguantaron estoicos pero felices la lluvia atmosférica y la de goles barcelonistas.
Positifo: que con el triunfo del Estudiantes en el torneo argentino de Apertura, salta a la palestra la figura del Cholo Simeone como un técnico de carácter, joven y ´con un gran espíritu ganador, que puede aportar mucha vitalidad al fútbol no sólo argentino.
Nejatifo: la mediocre actuación de Gago y Palacio, las figuras de Boca Juniors, en esa final. A Gago, que en otros partidos me había recordado a Fernando Redondo, esta vez lo comparo con Guti, siempre por el suelo, fingiendo faltas y reclamando ventajas. Y Palacio...con decir que hasta Palermo estuvo mejor que él, queda dicho todo. Si alguien sigue pensando en él para dejar en el banquillo a Gudjohnsen, es que sueña tortillas.
¡Bon dia, bona sort i bon viatge a Ítaca!
Brillante campeón anticipado
jueves, 14 de diciembre de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 1:14 p. m.
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