Todos los hombres del presidente

Laporta se ha ganado enemigos desde que saltó groseramente a la palestra del barcelonismo. Pero también cuenta con algunos y poderosos amigos. Amigos bien situados en los resortes políticos, financieros y en los medios de comunicación, que él ha sabido tratar con mimo y generosidad desde la presidencia del Barça. Amigos que se han lanzado desde sus tribunas de opinión, ya sea a través de artículos y/o tertulias, a una defensa a ultranza del personaje. Sin importarles crear la confusión entre lo que es una grave negligencia -por no decir otra cosa- ya condenada por un juez, con el ataque a un patriota de pro. Para algunos, envolverse en la bandera catalana ya otorga patente de corso. Amigos poderosos que desde sus plataformas de opinión hacen aquello que siempre condenaron en otros: confundir el Barça con la presidencia del Barça, tomar la parte (el presidente) por el todo (el club). "¡Qué daño se está haciendo al Barça!", afirman...cuando el daño al Barça, entendido como institución, se lo estaría haciendo quien se sitúa por encima de los estatutos y, en consecuencia, menosprecia a los socios. Que esto lo haga, además, quien siempre presumió de demócrata y que pretendió restaurar en el Barça su imagen de marca -el més que un club-, le descalifica doblemente.
Los buenos y poderosos amigos de Laporta insinúan que detrás de las denuncias hay mezquinos y bastardos intereses. Es como decir que al novio de la Pantoja lo ha metido entre rejas la envidia, que es muy mala, o que la Juve baja a Segunda por el resentimiento de algún ex directivo de la Vecchia Signora. Lo más grotesco de esta trama que se ha creado para defender a Laporta es el linchamiento paralelo que se ha emprendido contra todo lo que se mueve, metiendo en el mismo saco a nuñistas empedernidos, antiguos miembros del Elefant Blau, ex candidatos y ex compañeros de junta del propio Laporta. Todos son sospechosos o culpables mientras para el todavía presidente se pide el aforamiento tácito, una inmunidad que le sitúe por encima de las leyes que presuntamente ha vulnerado.

Nejatifo: que el candidato con más posibilidades de salir elegido -reelegido, en su caso- se enfrente a una posible condena de inhabilitación. Condena que, pese a la campaña de descalificación y de presiones sobre el tribunal que la debe estudiar, ya tiene precedentes. En efecto, hace seis años, el TCE inhabilitó por dos años a Joaquim Sabaté, presidente del Esport Ciclista Barcelona, tras la denuncia que presentaron en su contra cuatro socios de la entidad, por diversas causas, entre ellas no haber convocado elecciones. Sólo uno de los siete miembros de entonces, Joan Maria Xiol, permanece aún en elo TCE.

Positifo: que la prensa extranjera, en general, haya ignorado la crisis directiva del Barça, porque ni sabe ni le preocupa quien es Laporta. Lo que demuestra que, pese al carácter fanfarrón de algunos personajes que se creen el ombligo del mundo, lo que nos pone en primera línea mediática mundial no son sus estupideces sino los goles de Ronaldinho, Eto'o, el equipo campeón hecho por Rijkaard y los títulos devengados por todos ellos. Y que lo que distingue al Barça como més que un club, no es una gestión prepotente sino que un socio descamisado pueda poner a la directiva contra las cuerdas.

¡Bona tarde, bona sort i Visca el Barça!