Además de Van Nistelrooy (fracasado en el Manchester United y con Holanda), de la mano de Fabio Capello podrían aterrizar en el Bernabeu, Zambrotta, Cannavaro y Emerson. Eso dice La Gazzetta. ¡Qué equipazo, dirá alguno!. Sí, claro, con esos cuatro más Casillas, Cicinho, Sergio Ramos, Baptista, Beckham, Ronaldo y Robinho, hasta la portera de Núñez se vería capaz de hacer una alineación. Pero una alineación no es un equipo. Además, ¿qué harían Michel Salgado, Roberto Carlos, Raúl Bravo, Helguera, Guti, Raúl y Cassano? ¿Mirar como juegan los otros? Y los Pavón, Pablo García, Diogo, Woodgate, Gravesen, Mejía y Portillo, ¿a entrenarse sin dorsal...?
Sólo hay un modo de resolver estas situaciones: metiendo a fondo el bisturí en la plantilla. Lo hizo Johan Cruyff en el Barça cuando llegó como apagafuegos de Núñez tras el motín del Hesperia. Se lo contaba esta mañana al taxista, camino de la Universitat Internacional de Catalunya, donde tenía exámenes en segunda convocatoria (todos aprobados, por cierto). "Cruyff si que tuvo unos cojones así de grandes", le decía yo al taxista, porque ese es el lenguaje que utilizo en situaciones de relajamiento coloquial. Y le he recordado una imagen que me dejó estupefacto, con el Gran Johan entrevistado en TV3, y el periodista dándole todos los nombres de la plantilla. "¿Calderé?", le preguntaba éste. "Fuera", respondía aquél. "¿Julio Alberto?". Respuesta: "Sigue". Total, que ante las cámaras se cepilló a Calderé, Clos, Covelo, Amarilla, Cristóbal (fue cedido), Gerardo, Manolo, Moratalla, Nayim y Pedraza. Y Schuster, Víctor Muñoz y Migueli tuvieron la suerte de haber cumplido ya sus contratos.
Sólo con una posición tan firme, y el respaldo total del presidente y del entorno, se pudieron sentar las bases del Dream Team. Porque el vaciado de la plantilla permitió una llegada masiva de jugadores: Aloisio, Bakero, Begiristain, Eusebio, Salinas, López Rekarte, Soler, Valverde, Serna y Unzué. Grandes fichajes en general, porque se valoró que además de buenos deportistas fueran excelentes personas. Pero el grupo humano que dio paso a los éxitos deportivos fue posible gracias a la terapia de choque aplicada con la plantilla anterior, sin miramientos. Una terapia que en el Madrid actual parece de imposible aplicación.
Positifo: que la nueva selección de Serbia (ya sin Montenegro), haya tenido la ocurrencia de contratar a Javier Clemente. Alguien querrá ver en ese fichaje un síntoma más de la grave crisis de los Balcanes pero, aún sin creer en él como entrenador, me saco el sombrero por la osadía y el carácter imcombustible del personaje.
Nejatifo: el contundente desmentido de Arsène Wenger, entrenador del Arsenal, al interés que se atribuía a su equipo por fichar a Javier Saviola. Si el pibito no encuentra equipo, se creará una situación enojosa para Frank Rijkaard, sus ex compañeros y él mismo, cuando se reincorpore a la plantilla del Barça.
¡Bon dia, bona sort i Visca el Barça!
Qué mal veo al Madrid
martes, 18 de julio de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 7:16 p. m.
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