No tenemos rival pero lo tendremos poco después del mediodía. Tenemos el 50 % de posibilidades que nos toque enfrentarnos a un equipo entrenado por un holandés (Ajax, PSV y Benfica) y un 33 % de que nos toque un equipo holandés (Ajax y PSV), las mismas posibilidades de que nos toque un británico (Chelsea y Rangers) y el restante 17 % de que nos toque un alemán, ¡pero qué alemán!, el Bayern de Munich. Los holandeses son sobradamente conocidos por nosotros: juegan como nadie y pierden como pocos. La Naranja Mecánica, el equipo que más me ha gustado de la historia y el que verdaderamente me hizo amar el fútbol, fue eterno segundo (en Alemania'74 y en Argentina'78). El Ajax y el PSV jugaron infinitamente mejor que el Milan hace dos y una temporadas, respectivamente. Y ambos terminaron palmando. La generosidad del fútbol holandés, persistente con el paso de los años y pese a la acumulación de reveses, convierte a cualquiera de esos rivales potenciales del Barça, a los que añadiría el Benfica de Koeman, en los dos que yo prefiero: espectáculo garantizado sin sobresaltos -aunque contra el PSV no lo tengo tan claro- y clasificación expedita hacia los cuartos de final.
El Bayern será difícil porque estará descansado (la Bundesliga se detiene desde este domingo al último de enero), lo que le irá muy bien a una plantilla geriátrica, con Scholl, Lizarazu, Ze Roberto, Kahn y compañía, necesitados de un descanso. No me fío de ellos.
¿Y los británicos? El Chelsea de José Mourinho ofrece la ventaja de ser un club perseguido por la UEFA, que ayer perpetró el atropello de sancionar a Essien con dos partidos, que le impedirán jugar la próxima eliminatoria. El partido ofrece la posibilidad de una revancha y de hacerle al Chelsea lo que nos hizo el año pasado: dejarnos tirados en cuartos de final. Pero me cuesta creer que, pese a tener a la UEFA en contra, el Chelsea se deje eliminar así como así. Sería una pena que un año Drogba (expulsado en el Camp Nou) y otro Essien, se perdieran ese partido en la cumbre que es siempre un Chelsea-Barça.
¿Glasgow Rangers? Todos sus huevos, que no son pocos, están depositados en la Copa de Europa ya que en la Liga escocesa no tiene nada a rascar, y menos ahora que su gran rival, el Celtic, festeja el fichaje de una vieja gloria del catolicismo futbolístico como es Roy Keane. Pero, ojo, que precisamente fue un equipo escocés el que, hace dos años, nos cortó en seco el camino a Gotemburgo, cuando ya el salmón era la principal fuente proteínica de nuestra dieta.
Resumiendo, que me pido el rival en el sorteo de hoy por este orden: 1) Ajax; 2) PSV; 3) Benfica; 4) Glasgow; 5) Bayern y 6) Chelsea.
Sé que alguno me llamará cobarde pero ya empiezo a estar harto de que mi temporada europea termine antes de San José.
Positifo: que Liverpool y Sao Paulo jueguen la final del Mundial de Clubs, nueva versión de la Copa Intercontinental, lo que demuestra que el nuevo formato es como el de siempre, pero con varios convidados de piedra.
Nejatifo: que una inoportuna gripe haya impedido a Ronaldinho someterse al control "por sorpresa" que los médicos de la Federación de Gaspart y Laporta han sometido a varios jugadores del Barça.
En Ítaca no se aplican sanciones tan arbitrarias como la de Essien
No tenemos rival
jueves, 15 de diciembre de 2005 | Publicado por Enric Bañeres en 11:08 p. m.
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