Nunca le estaremos agredecidos lo bastante al ex directivo azulgrana Josep Lluís Vilaseca, padre del directivo de Laporta del mismo nombre, porque nos ha quitado de enmedio a Michael Essien para los partidos de octavos de final de la Copa de Europa. Por lo menos, en su condición de factótum de la Comisión de Control y Disciplina de la UEFA (donde lleva desde que yo estaba en los Maristas de Lleida), ha empurado a una de las figuras de nuestro rival, por una falta que vemos cada semana con la particularidad -sobre otras más graves que quedan impunes- de que no causó ninguna lesión. Muy distinta, por lo tanto, de la que perpetró anoche Roberto Carlos contra Valdo, del Osasuna, con el agravante de mofarse de su víctima cuando abandonaba el campo cojeando. No estoy solo en la denuncia del grave atropello cometido sobre uno de los futbolistas más admirados en el continente africano, la gran cantera de nuestros principales clubs. L'Equipe también ponía ayer el grito en el cielo de que los ingleses se comporten ahora como hipócritas, cuando han visto romper piernas a Vinnie Jones, a Roy Keane y a otros sujetos de la peor calaña.
Esa es una parte de tragedia que el Chelsea ya ha mascado. Pero no quiero insistir en ello: cuantos concurrimos en este blog solemos alardear de que nos gusta el fútbol -incluso a los resultadistas nos poneis muchas veces a caldo- y no entiendo que en una eliminatoria que va a fijar la atención de todo el mundo, no querais ver a los dos equipos con todo su potencial y reclameis para el nuestro ventajas similares a las que obtuvo el año pasado, con la sanción a Didier Drogba y que, a la larga, no nos sirvieron sino para hacer más dolorosa la derrota.
Decía ayer que la guerra psicológica comenzaba este fin de semana. El Barça golpeó primero, y duramente, al ganar de forma clara y para mí brillante en Cádiz. El Chelsea respondió ayer con similar o superior contundencia en el campo del Arsenal. Ya leo comentarios de que este Arsenal no es lo que era, y doy la razón a quienes opinan de tal modo: cometieron la torpeza de desprenderse de su Essien (hablo de Patrick Vieira), pues conoceis mi fijación por los equipos con un centro del campo poderoso, al que yo atribuyo un papel equilibrante más decisivo que al poder desequilibrante de las acciones individuales.
Positifo: que el AZ de Louis van Gaal, con ese fútbol considerado por los cruyffistas como impropio del Barça (pero que arrastraba más gente al Camp Nou que ahora, y eso que no existía el seient lliure), sea líder en Holanda y el equipo más goleador de todas las ligas europeas.
Nejatifo: que después de ver al Arsenal, creo que el Madrid, incluso este penoso Madrid que necesita ayudas para no perder contra diez del Osasuna en el Bernabeu, tiene más posibilidades que nosotros, el Chelsea, el Bayerno el Milan, de avanzar en la Copa de Europa (como las tienen el Villarreal, el Benfica y el PSV a causa de un sistema de emparejamientos aberrante).
Ítaca para el que la trabaja
Insisto: se masca la tragedia
lunes, 19 de diciembre de 2005 | Publicado por Enric Bañeres en 2:13 a. m.
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