Todos queremos más

Frank Rijkaard está entrando en la fase más perniciosa de los entrenadores, la del que se sabe que no está cuestionado por la directiva, que tiene el reconocimiento del público por el trabajo bien hecho y que contagia de conservadurismo cuanto le rodea. La alineación de hoy ante el Almería, tras lo de Glasgow, era ultraconservadora. Política y ultraconservadora. La propuesta del juego directo que el equipo no sabe ejecutar, pese a que siempre es de elogiar la búsqueda de variantes, también. ¿Por qué, amigo Frank, cuándo habías encontrado un equipo, un estilo, unos resultados, vas y los cambias? Es propio de los mediocres a quienes se les ha dado un poder que les viene grande –principio de Peter- encontrar a cada solución un problema. Nunca pensé que podría llegar a ser tu caso y confío en verte rectificar. ¡Mete el bisturí, cojones!. Como veo jugar al Manchester, al Arsenal…y al Sevilla, exijo más: todos los culés queremos más. No te pido que hagas mi equipo ni cualquiera de los que te proponemos en este blog: sólo te pido que no traiciones el tuyo.

Positifo: que cuando más lo necesitábamos, nos ha asistido la suerte de los campeones en forma de un gol que debió ser anulado por fuera de juego y un penalti –que ha originado un segundo gol- como consecuencia de un piscinazo.

Nejatifo: la gran ocasión desaprovechada por Giovani, al que no veo con hechuras para el primer equipo azulgrana –yo lo cambiaba por Albert Riera, dando pasta encima-, y me ha cabreado su propensión a la lipotimia.

¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!