Raúl como símbolo facha

Decía ayer mi amigo Tomás Roncero en As que, ante la importancia capital que para España tenía el partido de Dinamarca, “en cualquier país del mundo este partido lo jugarían Raúl y diez más”. Se trata de una afirmación en la línea del periodismo deportivo español desde que las tropas de Franco proclamaron su victoria por las armas sobre el gobierno legalmente constituído de la República. Ojo: no estoy llamando facha a mi amigo Tomás. Lo que digo es que está en la línea “buena”, la “correcta”, la “no equivocada”, de un sector influyente del periodismo deportivo español. El que utiliza el deporte con fines políticos de un modo más explícito que subliminal, de sometimiento a todo lo que no sea el principio fundamental de “España, una”. El propio Madrid es una reproducción, para consumo interno, del mismo simbolismo. Por eso ven como hostil y un peligro potencial todo lo que sucede más allá del extrarradio de Madrid. Para ellos, la selección española no se concibe con vascos, catalanes y…vamos a admitir los valencianos porque aquello es tierra políticamente conquistada. Son los que hacen antipática a la selección en el resto de España, por su exclusivismo. Que una selección sin Raúl González, pero sí con Raúl Tamudo y Raúl Albiol haya tenido el mayor éxito desde la intentona de Milans del Bosch y Tejero, es algo que les deja descolocados: vacía el contenido de sus discursos, del simbolismo que le quieren dar a “la roja”. Son los mismos que cada vez que Puyol y Xavi -¡ya no digamos Oleguer!- son llamados a una convocatoria, les someten a un tercer grado sobre sus sentimientos, su desarraigo, su ambivalencia. Son los mismos –lo escribió el propio Tomás- que cuando el baloncesto español tuvo un relativo éxito sin catalanes en el equipo, tituló a toda pastilla en Mundo, “¡Y sin catalanes!”. Son los de “la Ñ”, porque saben que esta letra -¡la de mi apellido!- no figura en todos los registros peninsulares. Son los del “¡A por ellos!”, sin molestarse en ocultar que esos “ellos” somos nosotros. Por todo eso he saludado esta vez el triunfo de la España de Cesc, Iniesta, Xavi, Capdevila, Tamudo y Riera como una devolución de la jugada. Esta vez soy yo quien grita “¡A por ellos!”.

Positifo: el excelente partido que hizo Messi, el dinamizador del juego de Argentina sobre Chile, con jugadas explosivas y formando una grandísima pareja con Carlitos Tévez, lo que me hace pensar en una Argentina capaz de ganar el Mundial.

Nejatifo: que los dos goles de esa alma en pena que es Juan Román Riquelme, una rémora para la actual selección argentina, son un argumento suficiente para los palmeros del Coco Basile, y le seguirán dando la manija de la albiceleste, poniendo en peligro la mejor selección desde los tiempos de Passarella y Kempes. (para mi mejor que la de Maradona y Valdano).

¡Bon dia, bons sort i bon viatge a Ítaca !