Soy un problema, ¿para quién?

Ferran Martorell, ex presidente del Espanyol y compañero de algunas tertulias deportivas, me soltó ayer tarde en el Força Barça que modera Alfons Arús en Citytv: “Tu problema, Enric, es que eres nuñista”. Le respondí con sarcasmo diciendo que lo que él consideraba como un problema, para mí es una virtud o una cualidad. Naturalmente, la inmediatez de la respuesta y la brevedad y contundencia que exige el formato televisivo, no me permitieron extenderme al respeto.
Además de barcelonista, me defino como “nuñista integrador”, es decir, adscrito a esa corriente del barcelonismo no sectaria ni fallera, la que siempre ha querido lo mejor para el club (en cuestiones tangibles, no en volutas de humo) de un modo respetuoso con la tradición y constructivo, en el sentido figurado y en el literal, pues gran parte del patrimonio urbanístico que ahora se van a fundir los actuales directivos, fue adquirido en aquella época, para algunos nefasta.
Nunca he renegado de esa etiqueta ni supone para mi ningún problema ser nuñista, sino que lo asumo como una muestra de lealtad, tanto a una época como a un determinada personaje insigne y maltratada del barcelonismo. Y, en cierto modo, mi posición tiene algo de romántica e idealista, pues yo abracé el nuñismo cuando ya no cotizaba más que a la baja en el mercado periodístico, cuando defenderlo era suicida. De hecho, esa fidelidad –más que la merma de mis capacidades intelectuales y profesionales- frenó en seco mi carrera, eufemismo que utilizo por no decir que la arruinó.
“¡Hemos llegado al meollo de la cuestión!”, dirá alguno: “¡Usted es un resentido, un revanchista, que queda descalificado para argumentar de un modo sereno e imparcial!”.
Y yo, como soy tan integrador, tan nuñista, tan buena persona y aspiro a ser normal en un entorno desquiciado, dejo que de mi digan eso y hasta cosas peores, en su afán por deteriorar mi imagen. Y algo de resentimiento debo tener, pues no negaré que disfruto al ver que, dentro de mi insignificancia, otros sí ven en mi un problema. ¡Ese es su problema, no el mío!.


Nota.- Para corregir al que yerra, la semana próxima publicaré, literal, íntegra, sin añadir ni quitar una coma, esa joya del articulismo deportivo que titulé en su día: “¿Quién le niega una asistencia a Michael Jordan?”. Pero eso será cualquier día a partir del lunes, porque ahora cierro la barraca durante el sábado y el domingo. (Por cierto, el domingo comento el partido Valencia-Barça durante la retransmisión de Bernat Soler en Ràdio Barcelona, 666AM y 90.5FM, en el área del BCN).


¡Bona nit, pau i felicitat a tothom!