El 4-4-2 no es vergonzante

Lo dije anoche en la tertulia Força Barça, de Citytv, y lo voy a sostener donde haga falta: con la plantilla que está reuniendo el Barça, Frank Rijkaard puede formar un equipo difícilmente superable. Claro que, para ello, habría que vencer algunos tabús, dogmas como aquellos que nos hicieron desperdiciar toda la primera vuelta de la pasada temporada, cuando jugábamos con Quaresma y Overmars como extremos, porque eso es supuestamente lo que exige la ortodoxia azulgrana. Y propongo una línea media de cuatro hombres, con Edmíson por delante de la defensa, y Van Bommel, Xavi y Deco, por delante, con dos delanteros: Eto’o y Ronaldinho. ¿Eso sería jugar de un modo demasiado conservador? Si tenemos en cuenta que los tres centrocampistas que actuarían por delante de Edmílson tienen “llegada” y “gol”, podríamos manejar a nuestro antojo los partidos y ganarlos sin renunciar a ofrecer un grandísimo espectáculo. ¿No decía usted que este iba a ser el gran año de Giluy? Y lo sostengo: porque, aunque yo jugaría un 4-4-2, como Dios manda, el “dios” que manda en el Barça no está por esa opción tan realista y práctica, lo que dará tantas posibilidades a nuestro Asterix como se las quitará a algunos brasileños.

¡Ens retrobem dilluns, camí d’Ítaca!