Cuando Cruyff pidió la Torre Eiffel

Alguien considera que es “de bribones” asegurar que Cruyff echó del Barça a Romário, Stoichkov, Zubizarreta, Laudrup, Eusebio, Txiki…para reemplazarlos por Korneiev, Eskurza, Lopetegi, José Mari, Sánchez Jara, Escaich…Cuando lo que él quería hacer era fichar a (refrescaré la menoria de Terry): Zidane, Ziege, Giggs, Djorkaeff y Bergkamp. Hay dos maneras de tergiversar la historia: manipulando lo que pasó -cosa que yo no hago- o sugiriendo -como hace usted- lo que podría haber pasado si...
Le recuerdo, querido amigo, que cuando Cruyff propuso fichar a todos esos futbolistas fue a la desesperada, tras dos años en blanco de títulos y con su credibilidad bajo mínimos. Fue entonces, cuando ya estaba más fuera que dentro y tenía sus días contados como entrenador, cuando él reclamó que “el dinero debe estar en el campo, no en el banco” y Núñez, como sabía que era imposible reunir a todos esos jugadores dijo que el entrenador le estaba pidiendo “la torre Eiffel”. Y algo más sangrante: “Los nombres que me pide Cruyff son los mismos que me pide mi portera”.
Por cierto, si Cruyff ya tenía pensado formar un gran Barça con Angoy, Quique Álvarez, Toni Velamazán, Celades, Òscar, Roger, De la Peña, Moreno, Jordi, Setvalls y Jofre, ¿para qué quería a todos esos monstruos extranjeros? Porque, durante todos estos años, no he parado de leer y oir que Cruyff iba a hacer un Barça nuevamente de ensueño con la llamada “Quinta del mini”…y, paralelamente, he oído y leído -¡a veces dicho o escrito por los mismos!- que no, que lo que iba a hacer era el Dream Team II con Zidane, Ziege, Giggs y compañía. Difícilmente uno puede hacer una cosa y, a la vez, la contraria. Claro que, tratándose de Cruyff…
Por cierto, como la historia del Barça es algo que me apasiona y he tenido la inmensa fortuna de conocer a todos los personajes que la han protagonizado durante los últimos 35 años (desde la llegada del primer holandés, el malogrado Rinus Michels al club), agradeceré todas las aportaciones de quienes, como Terry, hayais sufrido un lavado de cerebro, para que pueda ir explicando las cosas tal y como fueron, os desprogrameis y veais la verdadera luz.