Cruyffismo en estado puro

Fieles a los principios del cruyffismo, a los que el presidente azulgrana ha jurado fidelidad eterna, convertimos Montecarlo'06 en Atenas'94. Si Puerta llega a ver ídem después de la mejor jugada individual del partido y tras ridiculizar una vez más a toda la defensa azulgrana, ni dios nos libraba el 4-0. El partido fue un homenaje a las postrimerías del dream team y eso nos hace bajar del cosmos en el que nos habíamos instalado y nos obliga a tocar de pies a tierra. Como entonces. Que el Sevilla se de una bacanal a costa del mejor equipo del mundo, es una lección de humildad que el bueno de Frank Rijkaard hará bien en asimilar. Ojalá que este palo, tan duro por lo inesperado (he ahí otro paralelismo con Atenas) sirva para no bajar nunca más la concentración. Vamos sobrados pero en el principado monegasco lo único que nos sobró fue soberbia. La victoria del Sevilla por 0-3 se pagó a 81 euros por 1 euro apostado (el 0-4 se cotizaba a 151), lo que da una idea de la diferencia abismal que separaba a ambos equipos antes del partido (de haber ganado el Barça por 3-0, sólo se habría pagado a 11-1). Fiel a sus principios, el presidente seguirá firme en su prepotente línea de nuevo rico. Tranquilo, Jan, que los estómagos agradecidos y los lameculos cerrarán filas en torno tuyo para protegerte de las críticas de oportunistas y resentidos. Además, tienen que hacer méritos para que los lleves otrs vez a Stamford Bridge. En momentos así hay que desconfiar de Laporta y confiar en la sensatez de Rijkaard, una figura que transmite serenidad en todo momento y que para el partido del lunes ante el Celta, a base de Zambrotta, Thuram y Giuly, nos devolverá las ganas de vivir.

Positifo: el partidazo de Daniel Alves y la creatividad que hay en las botas de los canteranos andaluces Puerta y Navas, en la línea de la más pura escuela de los Kiko, Joaquín, Reyes, Jesuli. Por suerte, el fútbol no se reduce a un solo club ni se termina en la contemplación narcisista del propio ombligo.

Nejatifo: que el embajador de la Unicef para la paz y el deporte, sigue arreando codazos, cabezazos y tratando de engañar una y otra vez a los árbitros. ¡Mira que le tiene dicho Eric Cantona que el fútbol de los tramposos no es el nuestro!.

¡Bona nit, bona sort, bon cap de setmana i Visca el Barça!