Espero que mis colegas británicos, los que hicieron la campaña para que la UEFA le metiera un puro a Essien por una falta que no causó ningún daño (a Haman), exijan ahora que se castigue a los energúmenos que se han cargado en un mismo partido a los dos porteros del Chelsea, Petr Cech y Carlo Cudicini. Claro que si todos son como el comentarista que ha dado hoy el partido para España, apaga y vámonos. “Yo me alegraría de que ahora el Reading marcara un gol”, decía, cuando el capitán John Terry se había puesto el jersey del tercer portero y hasta el público local lo recibió puesto en pie y entre ovaciones. ¿Y Mourinho? Su equipo está fatal porque fallan piezas básicas del engranaje. Pero aún así, y a cuatro días de un partido muy importante (contra el Barça, quiero decir), ganaba por 0-1, jugaba con el portero suplente, contaba con uno menos...y mantiene tres puntas ¡y qué tres puntas!: Robben-Drogba-Joe Cole (que ha entrado entonces por un desconocido Shevchenko). Y después, pese a tener a Ricardo Carvalho en el banquillo, aún hace otro cambio atacante: Salomon Kalou por Robben, más punta el primero que el segundo, si cabe. Claro que, cuando John Terry se ha puesto de portero (entonces ya eran nueve del Chelsea contra diez de los otros), Drogba se ha colocado de central. ¡Qué épica, Dios mío! ¡Qué manera de ennoblecer con un grandísimo final un pésimo partido! ¡Qué modo más gallardo de sobreponerse a la adversidad, que se ceba con mi admirado Mourinho! Espero que, tras ese final, el experto en fútbol británico que comenta los partidos de la Premier en C+ 2 Deportes, se habrá ido a enjuagar la boca. Todos tenemos a veces un mal día. Y yo, el primero.
Positifo: el partidazo del Recreativo de Huelva en el Manzanares, convertido ya en un punto negro para los equipos andaluces. Al Sevilla le remontaron un 0-1...contra nueve y lo que le han hecho hoy al Recre, no tiene nombre. Los árbitros españoles tienen un particular sentido de la justicia distributiva: roban a los pobres para dárselo a los ricos.
Nejatifo: el piscinazo de Galletti (primer gol del Atlético) y el gol con la mano de Agüero (segundo, el de la victoria). Bobby Robson, entonces seleccionador de Inglaterra, tachó para siempre de la lista de sus jugadores admirados a Maradona, cuando le metió el gol con la mano en el Mundial de México (una gracia que todavía le ríen muchos). Hoy he borrado para siempre al Kun Agüero de la lista de mis argentinos juniors predilectos.
¡Continuarem cap a Ítaca, desafiant els pirates!
¡El Chelsea, sin porteros!
domingo, 15 de octubre de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 12:46 a. m.
Suscribirse a:
Comment Feed (RSS)
|