Para seguir con el disco rayado de cada día, hablemos hoy de esos pantalones granates (muchas selecciones los llevan, casi ningún club), sobre cuya elección los laportistas dan las más pintorescas versiones. Cualquiera, con tal de no admitir que son para romper un poco más con el pasado y crear el Nuevo Barça S.L. (Sociedad Laportiana). He oído a un conspicuo propagandista del nuevo orden decir que "como los jugadores juegan con la cabeza gacha, lo primero que ven del compañero es el pantalón y se orientan por él". Sigue la explicación: "Contra el Atlético de Madrid -los dos chicharros del niño Torres- se perdió porque, al llevar los dos equipos pantalones del mismo color, los nuestros se confundían al dar los pases". Segundo criterio para justificar el calzón granate: "El azul marino es un color muy opaco, el rojo lo percibe mejor el ojo del futbolista y, además, excita su agresividad".
¿Se pueden decir más majaderías con menos palabras? ¿no juega Brasil con pantalones azules? ¿no jugaba el dream team con pantalones azules? ¿no ha arrasado esta temporada el Chelsea con pantalones azules? ¿habrá ganado este año la Copa de Europa el Liverpool porque lleva pantalones rojos? ¿debo pensar que si la final de Wembley la hubiéramos jugado con pantalones azules nos habría ganado el Sampdoria? ¿era menos importante Cruyff que el sastre? ¿no hemos jugado toda la vida contra el Atlético de Madrid compartiendo -en sentido cromático- los pantalones, y llevamos un balance muy favorable al Barça?.
Yo ya tengo asumido que esta directiva nos ha levantado la camisa y, mira, ¿qué le vamos a hacer? Pero lo que no permitiré es que ahora quieran bajarme los pantalones.
Positifo: Que Zenden haya fichado por el Liverpool. Siempre creí que "Balduino" era un futbolista muy provechoso para el Barça, y lo fue en el aspecto crematístico: Núñez lo fichó del PSV por 700 kilos y Gaspart lo vendió al Chelsea por 2.500. Aquí pasó el mismo calvario que la mayoría de los jugadores "de banda" de los últimos años, desde Eskurza y Quique Estebaranz hasta Simao, Overmars y Quaresma. Algún día me gustaría debatir por qué el barcelonismo es más cruel con los jugadores de determinadas posiciones (porteros, arietes y extremos) que con otros.
Nejatifo: El contrato vitalicio que se le ofrece a Ronaldinho y que ha significado un bombazo informativo y otro éxito más de Alfons Arús, breferente obligado para cualquier barcelonista que quiera estar ilustrado y bien informado. Lástima que su Força Barça comienza vacaciones, ¡qué largo se nos hará este verano sin saciar en Citytv nuestra sed de conocimiento azulgrana, en medio de tanta sequía!. Pero, a lo que iba: el macrocontrato será bueno cinco años y malo otros cuatro. Pagarle a cualquier jugador 126 millones por once años, es convertirlo en un multimillonario galáctico con resultados por logeneral nocivos para el club. Laporta ha hecho una florentinada. Parece más un contrato para seducir a base de pasta a Ronaldinho y que se olvide de su amistad con Sandro Rosell que a proteger los intereses del Barça.
Si en Ítaca hubiera estatutos, ¿también los incumpliría Laporta?
Yo no me bajo los pantalones
viernes, 1 de julio de 2005 | Publicado por Enric Bañeres en 12:13 a. m.
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