De suplicar un título, el que fuera, para terminar con una larga travesía del desierto, hemos pasado ya a decidir si preferimos ganar la Liga, la Champions o vamos directamente a por el doblete. Pasamos de la depre a la euforia sin discontinuidad aunque el trayecto a la inversa acostumbramos a recorrerlo mucho más deprisa. Me encanta esa manera de ser y estoy en contra de quienes sólo ponen el cava en la nevera cuando matemáticamente ya no hay vuelta atrás. Yo creo que el cava hay que ponerlo ya, y en abundancia: si ganas, brindas para celebrarlo. Si pierdes, bebes para olvidar.
Los británicos llevan más de cien años con esa sana costumbre y sólo hace falta mirarles los mofletes y la punta de la nariz para darse cuenta de que saben entender la vida. Porque ¿Qué es la vida para un buen aficionado sino una aburrida sucesión de tiempos muertos entre partido y partido? ¿No sería insoportable la familia, el trabajo, la convivencia en todas partes, si no supiéramos que el sábado o el domingo juega nuestro equipo? Y, ¿nos va a pillar ese momento sublime con la nevera vacía, sin cava o, lo que sería todavía mucho peor, sin cerveza…?
Digo todo esto porque hoy ha sido un día de cábalas. Vengo de una tertulia en RAC1 –de ahí el retraso en pergeñar este comentario- y me han dado a elegir entre Liga o Copa de Europa. ¿Paz Vega o Katerina Z. Jones (por cierto, ¿hermana de Aaron Z.?)?. Naturalmente he dicho que, lo primero, lo que tienes más a mano, lo que puedes controlar, o te lo crees. ¿Significa eso que renuncio a la Champions? En modo alguno. Pero ahí entran ya mil factores que no siempre favorecen al mejor.
También quiero la Supercopa ante el Betis, la Copa del Rey (demasiados años sin ganarla) y…el Gamper. ¡Qué tontería!, dirá más de uno: ¿Pues no sale ahora este con el Gamper, el trofeo memorial de nuestro fundador? Pues sí: no lo veo este año un partido menor sino una piedra de toque pues alguno de vosotros habrá leído del abajo firmante la pintoresca idea de que este año la Juventus ganará la Copa de Europa. O sea: quiero cuatro copas y un memorial. Prefiero la Liga de Campeones pero no me obsesionaría con ella, como el año en que pusimos todos los huevos en el cesto del “camí a Goteborg”. Primero, la Supercopa; segundo, el Gamper; tercero, la Liga. Y lo demás, Dios dirá.
Positifo: El fichaje de Martin Petrov por el Atlético de Madrid. Aunque esa incorporación descarta casi por completo la posibilidad de que Saviola vaya al Manzanares, creo que el búlgaro, sumado a Gronkjaer, Kezman y Torres, puede dar impulso a un Atlético que sólo por los anuncios que hace para captar socios entre los inmigrantes latinos, ya merece mejor suerte.
Nejatifo: Las cuentas que hoy aprobará la directiva del Barça, no serán presentadas en rueda de prensa sino con un escueto comunicado. Qué diferencia aquellos tiempos en que Núñez reunía a la flor y nata del periodismo económico -el que de verdad entiende del asunto- y durante varias horas se sometía a todas sus preguntas. Cuentas que, por cierto, se presentaban auditadas por dos firmas diferentes y de prestigio. Ahora, con la renegociación de contratos (para alargar las amortizaciones) y el beneficio extraordinario de la venta de patrimonio, la junta presenta unas cuentas que desprenden un fuerte tufo a embolado.
Del pí més alt d'Ítaca s'hi penjen pels collons els piròmans ¡Bona nit a tothom!
Cuatro copas y un memorial
miércoles, 20 de julio de 2005 | Publicado por Enric Bañeres en 1:48 a. m.
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