Definitivamente nos hemos convertido en una ONG. Propongo el nombre Barcelonistas Sin Fronteras (BSF), a menos que lo tenga registrado algún listo y nos pida un pastón a cambio. Y, como slogan: Més que una ONG. Estamos tan comprometidos y en tantos frentes, que regalarle un punto al Valencia casi me dolió menos que pensar en el Ford que se pierde un hospicio de Camerún, con gestión humanitaria de Lluís Bassat y Samuel Eto'o de por medio. Por cada gol de Samuel a partir de cierta cifra, le reporta un coche a esa institución benéfica. Ayer no hubo coche. El sábado, la asamblea dels quatre gats, casi lloraba cuando le decían aquello del Unicef (¿el artículo lo ha puesto Cruyff, que los cambia siempre? Lo digo porque hasta ahora decíamos “la” Unicef o incluso Unicef a secas, como decimos Osasuna). Nuestro frenesí humanitario nos lleva a regalar coches ¡hasta al presidente!, como si Laporta fuera uno de aquellos chinitos del Domund que los de mi generación apadrinábamos a base de llevar sellos de correos usados o calderilla al colegio. Regalamos pasta a través de la fundación y por la venta de camisetas, aparte del lucro cesante (no baja de los 15 kilos anuales, dicen), por dejar de poner en la camiseta alguna de esas marcas de coches con los que día sí día también se han fotografiado nuestros jugadores y directivos esta semana. Y, para postre, regalamos puntos al Valencia, que no es un club pobre ni tenía cara de estar necesitado, precisamente. Pero, si a un equipo de nivel Champions le regalas un primer tiempo, por mucho que corras después, y por muy bien que rectifiques la táctica y la alineación, te falta tiempo. En concreto, todas las radios y las teles protestaban porque al Barça le habían robado esos dos minutos con los que habría ganado el partido. ¡Nosotros dándolo todo y los demás, robándonos!¿No nos estaremos pasando de buenos? ¿No estarán empezando a pensar que, en vez de buenos, somos unos primos...?
Positifo: que Rijkaard ha impuesto su criterio al alinear a Saviola, por encima de los de Txiki e incluso sobre los de Cruyff. Si el Conejo está en la plantilla, no es por pasta, ni porque quiera triunfar en el Barça, ni porque ya tiene firmado un precontrato: está porque alguien no ha hecho bien su trabajo. Y ese alguien es el secretario técnico. El entrenador del Valencia, Quique Sánchez Flores, y el secretario técnico ché, Amedeo Carboni, se llevan a matar. Pero Quique dio una lista con los nombres de Kluivert, Di Vaio, Corradi, Aimar y Fiore, todos transferibles, y ninguno está ya en la plantilla. Cabreado y todo, Carboni hizo perfectamente su trabajo.
Nejatifo: que en ese edulcorado y cursi buenismo en que nos hemos instalado los barcelonistas, el presidente Laporta justificara los constantes aumentos de fichas de los jugadores ante els quatre gats de la asamblea:”Los futbolistas son chicos que han tenido que renunciar a muchas cosas, que se pasan los fines de semana encerrados en un hotel y ante todo son personas. Creo que se lo merecen”. ¡Qué manera de ofender a la inteligencia de los presentes, por fortuna muchos menos que los ausentes!.
¡Bona nit, bona sort i Visca el Barça!
Barcelonistas Sin Fronteras (BSF)
lunes, 25 de septiembre de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 1:30 a. m.
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