Ronaldo, ¿héroe o villano?

Ronaldo es uno de esos futbolistas ante los que ningún aficionado puede quedar indiferente. A su reciente boda, celebrada en París, acudió una nutrida representación del Real Madrid, empezando por el presidente, Florentino Pérez hasta terminar en un buen puñado de jugadores merengues. Pero, la posterior tardanza del futbolista en reintegrarse a los entrenamientos, ha desatado las iras en el club. Una reacción razonable, puesto que el Real Madrid no sólo tiene los cinco sentidos puestos en dar caza al Barcelona, líder de la Liga, sino que el próximo martes tiene un compromiso al más alto nivel, ante el Juventus de Turín en la Liga de Campeones. El aparente desinterés de Ronaldo no favorece el clima de concentración con que tanto él como sus compañeros deberían afrontar tales compromisos. Ello se produce cuando el antes infalible goleador lleva unas semanas bastante desacertado y no son pocos los madridistas que reclaman la titularidad para Michael Owen, cuyo rendimiento la hace merecedor de un puesto en el equipo titular.
Lo curioso de la situación de Ronaldo es que ahora deploran su falta de compromiso con el Real Madrid muchos de los que criticaron a Louis van Gaal que precisamente desaconsejó la vuelta del jugador brasileño al Barcelona por su discutible profesionalidad. "No queremos a un futbolista que se va a jugar al golf cuando sus demás compañeros están preparando la temporada", dijo entonces el técnico holandés. Palabras premonitorias de lo que está pasando con el futbolista en Madrid y que demuestra que los grandes jugadores deben ser valorados no sólo por su calidad deportiva y humana sino también por la buena actitud profesional, la entrega y el compromiso con la camiseta y sus restantes compañeros. Algo que, en el caso de Ronaldo, no se cumple al ciento por ciento.