Los goles dividen a Europa

Las buenas delanteras ganan partidos pero las buenas defensas ganan campeonatos. Esa realidad, que tanto disgusta a quienes defienden un fútbol idealizado en el que diez jugadores por bando no se dedicaran a otra cosa más que a atacar a indefensos porteros, es la que dio campeones como los del año pasado: la selección de Grecia en la Eurocopa y el Oporto en la Liga de Campeones. Pese a que los grandes clubs invierten sumas más elevadas en fichar delanteros -que también son más caros- que en defensas, casi todos ellos terminan jugando los partidos con uno o, a lo sumo, dos hombres en punta. Por ello hay que felicitar hoy a Félix Magath (Bayern de Munich), Paul Le Guen (Olympique de Lyon), Rafa Benítez (Liverpool) y Frank Rijkaard (Barcelona), porque plantearon sus partidos de ida de los octavos de final de la Copa de Europa con una gran decisión atacante. Ganaron una batalla aunque es posible que, al final, la "guerra europea" la gane uno de los tres equipos italianos (Inter, Milan o Juventus), que entre los tres sólo marcaron dos goles pero que les permiten poner a todos ellos un pie en los cuartos de final.