Hace un año era opinión casi unánime en el barcelonismo que una cualidad principal de Frank Rijkaard era su capacidad para administrar una gran plantilla. Transcurrido un año, esa opinión ha perdido consistencia. Al aceptar desde la propia directiva el desmadre del vestuario se cuestiona muy directamente la capacidad del entrenador para mantener y hacer respetar unas líneas básicas de convivencia. Rijkaard es un blando, como lo era Bobby Robson, y ese es un rasgo de personalidad imposible de cambiar. A falta de un Ten Cate que haga de policía malo, el técnico surinamés tendrá el auxilio de un comisión que semanalmente se reunirá para estudiar el estado de la cuestión. A mi, la verdad, esas cosas me producen escalofríos y desearía que fuera innecesario recurrir a tales medidas, que las veo más propias de presidentes al estilo del difunto Jesús Gil o del vivo Ruiz de Lopera, que del que ha sido elegido por más de 25.000 barcelonistas. Yo, y lo digo en plenitud de mis facultades físicas e intelectuales, aplicaría el bisturí. Y lo haría ahora que el mercado de los traspasos está por las nubes pues esto es como la bolsa: hay momentos buenos para vender pero has de saber aprovecharlos. ¿Quién te dice que el Milan, cuándo la atonía vuelva al parquet, mantendrá sus faroles…?
Positifo: que el Sevilla se está reforzando ya de cara a mantenerse entre los grandes, aprovechando el prodigioso salto que ha dado estos dos años. Grandísimos fichajes los del portero De Sanctis (del Udineses, el tipo de suplente que yo quiero para el Barça), el africano de todo equipo que se precie en el medio campo, el malí Keita, que junto a Poulsen le va a dar más glóbulos rojos, si cabe; y el fantástico Tom de Mul, el belga del Ajax, pura escuela Robben y Van Persie, pero más duro y fiable que el primero y más profesional que el segundo. Con Jesús Navas en una banda y De Mul en la otra, pueden formar el taco, algo que me alegra porque es un equipo que me encanta verlo jugar (y ganar, como los tres grandes títulos que se ha llevado esta temporada).
Nejatifo: que la excelente actuación de Márquez en la Copa América, tras una temporada que se ha tirado a la bartola, me recuerda aquel Mundial de Corea y Japón de Rivaldo, que asombró al mundo después de haberse rascaso la barriga durante toda la temporada en el Barça. Pero, bueno, si esto supone recuperar al manito o lo revaloriza para que le pidamos al Atlético el oro y el moro (ahora que tiene una pasta gansa por lo de Fernando Torres), tendría alguna disculpa.
¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!
Es el momento de vender
jueves, 12 de julio de 2007 | Publicado por Enric Bañeres en 12:18 a. m.
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