Muchas felicidades a todo el barcelonismo. Enhorabuena por el gran éxito del colectivo culé, porque este triunfo es de todos, del famoso entorno, de los socios, de los simpatizantes, de los técnicos, de los jugadores. Sobre todo de ellos y nuestro a través suyo. Porque son nuestros jugadores: y quiero destacar la grandiosa y decisiva aportación de Víctor Valdés a este triunfo. Sus paradas, su serenidad, la forma de aguantar el tipo ante Thierry Henry o Ljungberg, han permitido construir un triunfo que se agradece más porque ha llegado tras una hora incertidumbre y sufrimiento. Pero merecido, justo e indiscutible. Hoy se ha visto cómo soporta la presión un grandísimo Larsson, un buen Belletti, un formidable Giuly...y de nuevo Frank Rijkaard ha sabido utilizar del mejor modo a Iniesta, saliendo como revulsivo, como centramina para vigorizar un partido que los ingleses querían dormir. Si Rijkaard no acertó en la alineación, tuvo una gran inspiración en los cambios y en el momento de efectuarlos. Jugábamos contra diez pero también contra el marcador. Y supimos ser persistentes, tenaces. Es decir, resultadistas. Hasta dejamos que Thierry Henry se luciera más que Ronaldinho. Thierry Henry que lideró a un grandísimo Arsenal, formidable finalista, un adversario que revaloriza nuestro triunfo.
Positifo: el gran comportamiento de las dos aficiones (al menos al cierre de este comentario), que le dio a la final el tono solemne, casi tan mágico como el de Wembley.
Nejatifo: sección desierta hasta mañana.
¡Bona nit, bona sort i Visca el Barça!
Paris je t'aime
jueves, 18 de mayo de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 12:23 a. m.
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