El Manchester City fue un magnífico sparring para el Arsenal. Dios me libre de comparar al animoso equipo de Stuart Pearce, una banda que pivota alrededor del veteranísimo yanqui Claudio Reyna, con nuestro Barça. Pero me gustó el modo en que Arsène Wenger movió el banquillo y levantó un partido que se le había puesto difícil, por un fallo garrafal del portero Lehman (1-1). Claro que el profesor Wenger había sacado una alineación light, porque en los últimos partidos aplica las rotaciones procurando el menor desgaste de sus hombres básicos. Ayer dejó en el banquillo a Fàbregas y, nuevamente, a Reyes. Ya había prescindido de un montón de titulares ante el Sunderland. Lo dicho: al final, un 1-3, con goles de Ljungberg y dos de Reyes, tras una reacción formidable que se produjo en la última media hora escasa, cuando saltaron al campo Reyes, Pires y Cesc. ¿Hay que echarse a temblar? Ni mucho menos. Pero tampoco hay que menospreciarles. Amén del siempre imprevisible Thierry Henry, para quien el partido de París será una encrucijada personal de mil pares de huevos, me preocupa saber como taparemos las tremendas subidas de Eboué al ataque, quien cubrirá a Campbell en los córners contra nuestra portería y si será Oleguer o Belletti el encargado de frenar a Reyes, que va a llegar a la final hecho un miura. Tampoco es fácil de amarrar Ljungberg, su Larsson, que tiene una gran movilidad en la zona de media punta y, aunque con el balón en los pies no es Laudrup, es muy combativo y se convierte en un buen escudero de Henry, con el que permuta muchas veces la posición para abrirle pasillos.Por lo demás, el Arsenal recibirá este domingo al Wigan Athletic en otra gran final, aunque ya no depende de si mismo para quedar cuarto sino de un pinchazo del Tottenham en casa del West Ham. De nuevo un apasionante domingo en la Premier League, porque también el Manchester United está obligado a ganar en casa al Charlton para no perder la segunda plaza, ya que el Liverpool ganará seguro en casa del Portsmouth.
Positifo: que los mossos de esquadra de mi admirada Montserrat Tura, pese a ser incapaces de evitar los desmanes de la madrugada del miércoles en la plaza Catalunya, esta vez hayan identificado a los autores del pillaje y el vandalismo como delincuentes comunes. Con el anterior conseller de interior, a lo mejor les caía el marrón a los Boixos Nois, como pasó cuando pillaron a algunos traficantes de drogas y extorsionistas en Vic.
Nejatifo: que haya directivos tan codiciosos que, no satisfechos con las 30 entradas que declaran haber recibido del club (cifra que no necesariamente tiene que corresponder con la real), hayan acudido al sorteo, en el que alguno de ellos parece haber sido agraciado.
¡Bon dia, bona sort i Visca el Barça!
Ojito con Reyes, Eboué y Ljungberg
viernes, 5 de mayo de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 11:57 a. m.
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