Hoy iba a escribir un comentario a favor de Tachito. No por su desmedido y casi enfermizo afán de autopromoción, su prepotencia, nepotismo y modales antidemocráticos. No iba a referirme tampoco al cuento chino ni a su obsceno flirteo con una casa de apuestas -y acudir a sus saraos nocturnos- para después echarse en manos de la ONU. Tampoco me gusta que un club que cuadra los balances vendiendo el patrimonio heredado, presuma de hacer obras benéficas con el dinero que obtiene de vaciar los bolsillos de los socios. Tampoco quería tratar hoy la falta de respeto que tiene Tachito a la historia del club cuando dice que ahora somos solidarios, porque posiblemente ignora los muchos partidos -pro Unicef, Humane Stars, él mismo organizó uno por damnificados del tsunami- o los conciertos y otros actos con carácter filantrópico a los que siempre ha estado dispuesto el Barça, sin necesidad de desviar a esos fines el dinero del socio. Tampoco iba a hablar hoy del menosprecio que nuestra directiva hace de los estatuos, y de su desdén hacia los socios vivos -pronto habrá que hablar de los supervivientes-, que ya no pueden ejercer su derecho al voto. Hoy iba a escribir, como anuncié, un artículo positifo sobre Tachito porque, por fin, veía en él algún indicio de que estaba haciendo algunas cosas como Núñez, es decir, que estaba haciendo algunas cosas bien, y quería destacarlas. Pero la rabiosa, hidrófoba, actualidad manda. Y, por desgracia, tengo que referirme a un Tachito que mintó hace apenas tres días en la entrevista concedido a Jordi Basté en RAC1, al referirse a las entradas. Al Tachito codicioso que ha acaparado esas entradas para traficar con influencias y pagar favores. Un tráfico que demuestra la pérdida de independencia del club y la pérdida de papel del socio. ¡Habrá menos socios en París de los que hubo en la última final europea ganada por el Barça, la Recopa de Rotterdam ante el Paris SG!
Positifo: que Rijkaard tenga tan clara la alineación para la final, que sólo le quedan dos puestos por decidir: Oleguer o Belletti y Xavi o Iniesta. Los otros ocho, más Valdés, son los que ha reservado para el partido de Sevilla, incluído el pichichi Eto'o. Es decir: Puyol, Márquez, Gio, Edmílson, Deco, Giuly, Eto'o y Ronaldinho.
Nejatifo: que el G-14, donde Tachito presume de cortar el bacalao, no haya tomado cartas en el escándalo del Juventus. Está claro que este lobby de grandes clubs no está para destapar escándalos sino para taparse las vergüenzas.
¡Bona tarda i Visca el Barça!
Nos levantan la camisa
viernes, 12 de mayo de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 7:16 p. m.
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