El Barça está en cuartos de final de la Copa de Europa y por tanto más cerca de la gran final de París, que sería la quinta de su historia, tres de ellas disputadas durante la negra noche del nuñismo. Por fin Frank Rijkaard y Jan Laporta superan su techo de octavos, por fin pasan una reválida. Y, además, a costa de uno de los equipos que de antemano salían como favoritos (junto con el propio Barça) y sobre el que el barcelonismo tenía grandes ansias de revancha.
La eliminatoria venía decidida desde Stamford Bridge pero hasta que Ronaldinho no realizó la portentosa jugada en la que marcó otro gol de superdotado, el Camp Nou no pudo respirar aliviado. Por fin, como un moderno Sant Jordi, Ronaldino mataba el dragón. Hasta ese momento, el Chelsea no había hecho nada para merecer que la eliminatoria diera un vuelco. La alineación de cuatro hombres de ataque (Cole, Robben, Drogba y Duff), sólo sirvió para poner de relieve el crónico déficit del Chelsea ante el gol. El Barça, además, no concedió ni córners (ninguno en contra en todo el partido) ni faltas cerca del área, casi las exclusivas armas del Chelsea.
Mourinho tampoco ganó la guerra psicológica: no supo explotar el momentáneo shock que provocó la lesión de Messi ni se atrevió a retirar a Frank Lampard (cuya alineación había sido dudosa), y que fue un comparsa durante todo el partido. Ni la táctica: lejos de crear confusión en el sistema defensivo del Barça, las permutas entre Robben, Duff y Cole crearon desorden en su propio equipo.
Positifo: que el Villarreal esté en cuartos de final de la Liga de Campeones. El año pasado llegó a la misma ronda de la UEFA, lo que le acredita como uno de los equipos de la Liga española más competitivos en el plano internacional. No en vano tiene jugadores como Riquelme, Sorín, Arruabarrena y algún otro, cansados de ganar Libertadores e Intercontinentales.
Nejatifo: que un fallo garrafal del portero suplente del Werder Bremen, Tim Wiese, costara la eliminación a su equipo, cuando estaba a dos minutos de la proeza en el campo del Juventus, siempre gran beneficiario de este tipo de situaciones.
¡Bona nit i bona sort!
París está más cerca
martes, 7 de marzo de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 11:35 p. m.
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