El estilo Benítez coloca a dos equipos en cuartos de final (el Liverpool y el Valencia), el estilo resultadista de Mourinho saca petróleo con otro (el Chelsea) y el más genuino representante del catenaccio (el Roma), completa el cuarteto. No hay lugar para el romanticismo en este fútbol que encumbra al Sissoko y manda a casa a Iniesta; que castiga al Lyon y se permite el lujo de retirar de Europa por lo que queda de temporada a los Messi, Ronaldinho, Ibrahimovic, Quaresma, Juninho y Fred. Esa es la lección de lo sucedido esta noche en la Liga de Campeones: la apuesta ganadora es la del fútbol fiable, atlético y ambicioso pero también sacrificado, solidario, compacto. No el que se encomienda a figuras (como las mencionadas más arriba), que no siempre marcan las diferencias, sobre todo cuando no están en óptimas condiciones físicas, como sucede a Eto'o y Messi. O que se inhiben en las grandes ocasiones, como reiteradamente viene ocrriendo esta temporada con Ronaldinho.
Positifo: que si Víctor Valdés fue responsabilizado de un gol del Liverpool en el Camp Nou, ayer fue la gran figura del Barça y el portero de garantías que evitó que la despedida europea de su equipo fuera más triste y dolorosa.
Nejatifo: los graves incidentes de Mestalla, con trifulca entre jugadores del Valencia y del Inter, disculpable en parte por la tensión acumulada en el final del partido.
¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!
¡Viva el resultadismo!
martes, 6 de marzo de 2007 | Publicado por Enric Bañeres en 11:19 p. m.
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