El Barça divierte, emociona, conecta, transmite, impacta...pero no posee la fiabilidad de hace una temporada ni de hace dos. Ahora nos ha dado por experimentar con un sistema táctico que deposita sobre Víctor Valdés una responsabilidad excesiva, que hace aflorar de un modo patético las limitaciones individuales de muchos jugadores (¡vaya partido el de Oleguer, Puyol y Thuram!), y que obliga al equipo a cometer innumerables faltas tácticas. Ya sé que muchos direis que los ártbitros nos tienen entre ceja y ceja, pero si al equipo le expulsan a dos jugadores ante el Sevilla, a otro ante el Madrid y aún nos perdonan otras dos tarjetas rojas (yo cuento una a Márquez en Sevilla y otra a Deco esta noche), hay que replantearse el sistema. Porque ya no cuento las cinco o seis claras ocasiones de gol que el Barça concedió en Anfiel a cambio de nada, es decir, a cambio de no pasar la eliminatoria. Como anoche ante el Madrid: un riesgo inútil. Y, ¿por qué hemos de correr riesgos ante un Madrid netamente inferior? Con ello, sólo conseguimos una cosa: darle ventaja. Este equipo, que durante dos años tenía la fiabilidad del mestizaje entre la solidez del calcio y la fantasía del fútbol holandés, ahora ha prescindido de lo primero para abandonarse abiertamente a lo segundo. Cada vez nos parecemos más al dream team, que por lo visto es el propósito final. A ese dream team que siendo infinitamente superior a sus rivales, concedía tantas ventajas que en vez de sacarles 15 puntos, tenía que esperar a los fallos ajenos en la última semana.
Positifo: la actuación de Messi, fabulosa en todas las facetas de su gran partido, y que le inscribe en el cuadro de honor de los jugadores del Barça que le han hecho un hat trick al Real Madrid, entre ellos -que recuerde de memoria- Romário y Lineker.
Nejatifo: el juego ramplón de algunas estrellas de las que esta noche han participado en el clásico, singularmente Guti y Ronaldinho, más preocupados por engañar al árbitro y echarle encima al público (en el caso del brasileño del Barça), que en demostrar su nivel (en el caso del brasileño del Barça).
¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!
Un punto mesiánico
domingo, 11 de marzo de 2007 | Publicado por Enric Bañeres en 12:57 a. m.
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