Que nadie quiera ver en el titular de este comentario una provocación sino el reflejo de una realidad. Didier Drogba, un futbolista por el que siento una gran admiración, ha sido elegido el mejor de África por delante de nuestro Samuel Eto’o, que había ganado el Balón de Oro africano en los tres años anteriores: simple alternancia. El ghanés Mickael Essien completa el trío, lo mismo que el año pasado. La realidad es que esos tres están, en estos momentos (ya lo estaban el año pasado), unos escalones por encima de los demás, pero la cantera africana (una de mis debilidades como periodista y aficionado), sigue siendo el gran vivero de jugadores del que se nutren los equipos europeos. Hace unos días, cuando en la final de la Carling Cup se produjo una tangana entre jugadores del Arsenal y el Chelsea, los protagonistas fueron John Obi Mikel (Nigeria), Emmanuel Eboué y Kolo Touré (Costa de Marfil) y Emmanuel Adebayor (Togo), además de Lampard y Fàbregas. Sobre el campo había en ese momento cuatro o cinco juadores africanos más, entre ellos los mencionados Drogba y Essien. Es una realidad, una espléndida realidad porque estos futbolistas aportan un nuevo espíritu que entre los jugadores europeos se va perdiendo. No lo digo por los mamporros que se repartieron en el estadio Millenium de Cardiff sino por esa agresividad bien controlada, el inconformismo y la sana rebeldía que reconocemos, sin ir más lejos, en Samuel Eto’o, un genuino prototipo de lo que estoy diciendo. Enhorabuena a él, a Drogba, a Essien y a todos los futbolistas africanos que en los próximos años subirán el nivel europeo del mejor espectáculo del mundo: el fútbol.
Positifo: la reacción de repulsa generalizada que han merecido los incidentes de Sevilla, después de unas vísperas que presagiaban lo peor pero que casi todo el mundo las atribuía al salero, la chirigota y el ingenio tópicos de los andaluces.
Nejatifo: que ahora parece que se haya puesto a Deco en la picota, atribuyéndole defectos que le impiden sintonizar con el fútbol de toque de Iniesta y Xavi. Creo que mi admirado José Mourinho estaría encantado de que pusiéramos a su compatriota “en el mercado” y más aún si somos nosotros mismos los encargados de devaluarlo.
¡Bon dia, bona sort i bon viatge a Ítaca!
África para los europeos
viernes, 2 de marzo de 2007 | Publicado por Enric Bañeres en 8:42 a. m.
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