¿Y lo contentos que están los del Madrid de ir a 13 puntos del Barça? ¿Y lo que flipa Roncerto? ¿Y esa reacción fantástica que llevan los tíos sin descontar ni un punto, semana tras semana? Resulta encomiable, aunque mueve a compasión, ver la lucha estéril del equipo por recortar diferencias con el líder. Porque en la Liga española se produce el mismo efecto que en las de Francia, Italia, Inglaterra, Holanda y Alemania (¡ya somos europeos!): todos los campeones repiten puesto que están arriba tan bien instalados que será practicamente imposible derrocarlos. Ganan por inercia, incluso cuando no juegan bien. No es ese el caso del Juventus ni del Bayern pero podría aplicarse al Barça, que en los últimos partidos ha exhibido su perfil más resultadista, o al mismo renqueante Chelsea de Mourinho. Pero la diferencia de todos ellos, lo mismo que del Olympique de Lyon, es practicamente insalvable. El Madrid, guste o no, está en ese grupo de poulidores* de los campeonatos, esforzados de la ruta futbolística que luchan por llegar segundos, por tener un lugar en el podio. Este artículo quiere ser un homenaje a todos ellos, al Madrid, al Inter, al Werder Bremen, al Girondins de Burdeos, al Liverpool y al Manchester. ¡Qué bello ejemplo de abnegación y de perserverancia! ¡Que cuatro meses de luchar por nada pero sin desfallecer, sin perder en ningún momento la fe!
(*) Raymond Poulidor: eterno segundo en el Tour detrás de Jacques Anquetil.
Positifo: el excelente partido de Giuly ante el Mallorca. A diferencia de Van Bommel, que no termina de asentarse en el equipo ni de recuperar la buena forma y la confianza que poseía antes de la lesión, Giuly no parece acomplejado por la presencia de Messi -al que ha ofrecido un gol en bandeja- y sigue peleando por ser una pieza importante en el equipo. Yo estoy convencido de que lo será en el mes decisivo que vamos a afrontar.
Nejatifo: el pésimo nivel de los árbitros españoles, que adultera claramente la competición. El robo de Puentes Leira, uno más, esta vez al Getafe en San Mamés, no debería quedar impune. ¿Dónde estaba la ertzainza? ¿Habría intervenido si hubiera desaparecido un billetero del vestuario del Getafe? ¿por qué no lo hizo al ver que era a todo un club al que se expoliaba con nocturnidad, impunidad y alevosía?...Claro que mientras haya crónicas en las que se elogia a Yeste por tirarse (como las hemos leído al respecto de Fernando Torres, Raúl, Ronaldinho o Tamudo), los periodistas seremos los primeros cómplices de este atropello institucionalizado.
Hermoso ejemplo del Madrid
lunes, 30 de enero de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 1:09 a. m.
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