Eto’o no se ha incorporado todavía a la selección de Camerún y ya lo encontramos a faltar. No acabo de entender esa contradicción permanente en que se mueve el barcelonismo, entre el miedo y la esperanza, la euforia y la depresión. He ido a dos tertulias, una de televisión y la otra de radio, y en ambas el tema era si el Barça echaría de menos a Eto’o, basándonos en que Deco ha dicho que sí, que lo echaremos de menos. Naturalmente, me adhiero a esa idea, porque yo echo de menos a Xavi y también me falta Márquez cuando no figura en la alineación. Hay seis jugadores que le dan al Barça el tono que le permite estar unos puntos por encima de los demás: Puyol, Xavi, Márquez, Deco, Ronaldinho y Eto’o. Si pueden coincidir los seis en el equipo, el Barça se convierte poco menos que en invencible. Pero si falta alguno, la plantilla tiene sobrados recursos para salir del paso con plenas garantías. No volveré a poner como referencia el partido ante el Zamora (sólo jugó Puyol de esos seis), pero tampoco voy a reafirmar mi confianza en el banquillo azulgrana.
Como decía hoy uno de los tertulianos en Ràdio Barcelona, a Eto’o lo vamos a encontrar a faltar más los periodistas y el público que el equipo. Porque el equipo está acorazado. ¿Quién pondrías en el puesto del camerunés? A Larsson como primera opción y Maxi como segunda. Hay otra combinación: Giuly, Messi, Ronaldinho, que nos garantizaría muchas faltas (y piscinazos) cerca y dentro del área pero pocos goles. Messi, que es muy bullicioso y espectacular, no nos está saliendo tan goleador como apuntaba en sus primeros partidos. A Giuly, tenemos que recuperarlo tanto en los aspectos deportivos como anímicos. En cambio, lo que son las cosas, el gashina Maxi rebosa confianza e ilusión. Y percibo entre el barcelonismo una gran curiosidad por verle jugar con más asiduidad. Muchos más que a Ezquerro, que deja indiferente a todo el mundo y que aún no se sabe muy bien por qué se le fichó. También esos factores cuentan en el haber de Maxi y seguro que a Rijkaard no le habrán pasado desapercibidos.
Nejatifo: 1) la actitud fascistoide y xenófoba, intolerable entre compañeros, que tuvo Guti con el pobre Gravesen en el partido del Madrid con el Athletic.
2) el lío de fechas de la Copa del Rey, por culpa de no haber obligado al Atlético a jugar sus dos partidos en una semana (o haber presentado una alineación de suplentes, como sucede cuando en una plantilla hay varios lesionados o enfermos).
Positifo: la engañosa goleada del Madrid a los restos del Athletic, que han desatado una euforia que en Madrid no se vivía desde la víspera de que les denegasen la sede olímpica.
En Ítaca no hay livertad
Eto'o ya puede irse
sábado, 14 de enero de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 2:18 a. m.
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