Tomar la decisión de que uno de los dos gallos del gallinero azulgrana lo abandone sería una insensatez. Por cuestiones personales, nunca deportivas, prescindimos antes de tiempo de Stoichkov, de Romário, de Laudrup…anteriormente, de Schuster. Alguno de ellos triunfó en nuestros más directos rivales y me importa poco si los otros no lo hicieron: jamás se debe prescindir de un jugador en plenitud, por problemas de discrepancias o de enfrentamiento entre egos. Otra cosa distinta es que te obliguen porque pagan la cláusula (casos de Ronaldo y Figo) o porque estás en bancarrota (caso de Luisito Suárez, en la lejanía de los tiempos). Por fortuna, ninguna de esas situaciones se da en la actualidad. Como decía, y decía bien, Martí Perarnau esta noche en Tu diràs, los grandes clubs siempre están expuestos a los roces y los celos entre las figuras: el Chelsea ha sido este año un hervidero de conflictos entre Drogba y Shevchenko, entre Ballack y Lampard...Y, aún más claro, Rooney y Cristiano Ronaldo estaban a matar cuando volvieron del Mundial. No saber gestionar este tipo de situaciones y no encauzarlas positivamente (puesto que la competencia debe resultar beneficiosa para el equipo), sería impropio de un gran club, de un buen entrenador y de un presidente que se refiere a los demás lanzándoles un “Que n’aprenguin!”.
Positifo: que Didier Drogba ha jugado esta noche su partido oficial número 60 de la temporada post Mundial, fresco como una rosa. Él sí que puede decir a otros “que n’aprenguin!”.
Nejatifo: que después del partidazo Manchester United-Milan, auténtico caviar beluga, va a ser difícil conformarse con las huevas de lumpo o de mújol. Por lo menos he sabido que hasta en Catalunya superó en audiencia el partido europeo al rally de los Faraones. "Es que el bon caviar també ens agrada, ¿oi?"
¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!
Que n'aprenguem!
jueves, 26 de abril de 2007 | Publicado por Enric Bañeres en 1:23 a. m.
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