Nos pierde la vanidad: todavía no hemos ganado ningún título internacional pero ya somos los mejores del mundo. “¡Porque lo digo yo!”. Pasamos justitos ante el Chelsea y con un arbitraje de cámara en Stamford Bridge, hicimos lo propio con el Benfica (¡vaya penalti y tarjeta roja perdonados a Motta en La Luz!) para luego, venga a sufrir en el Camp Nou. Total, los amos del mundo. ¿El Milan? Ya dije que ante el Inter me pareció un bodrio, pero sigue presionando a la Juve. Tampoco es que nosotros hayamos dado gozo en los últimos partidos, más malos que la carne de pescuezo. Y, sin embargo, algunos comentarios me recuerdan las vísperas de la final de 1994. Voy a decirlo de otro modo: la Final de 1994, y la pongo con mayúsculas porque fue la final de una idea, de una época, casi de un sueño. Fue el despertar de golpe y porrazo a una dura realidad. ¡Con lo bien que lo había hecho el tandem Rexach-Cruyff hasta ese momento! ¡Qué modo tan patético de perder la brújula, de desmontarlo todo, de caer en barrena!. ¡El hundimiento!.
Soy el primero en admitir que este Milan no es el de Baresi, Rijkaard, Gullit y Van Basten y ni siquiera el inferior de Atenas'94 (¡es que nos ganaron con Massaro!). Pero, mientras nosotros empatábamos en casa con el Chelsea (si, ya sé que al final les regalaron un penalti superfluo), el Milan descoyuntaba al Bayern de Munich, uno de los favoritos. Y que mientras el Benfica nos cortaba la respiración, ellos cortaban el camino (con la suerte de cara, es verdad), a uno de los equipos que mejor juegan al fútbol hoy en Europa, el Lyon. Este mismo Milan, al que el año pasado dimos un baño de fútbol, nos relegó al segundo puesto del grupo. Ahora nos reímos de Gattuso como antes lo hacíamos de Desailly. Pulutant, una poca más de modestia y que no tengamos que escarmentar otra vez, que todavía no somos los amos del mundo aunque nos comportemos un poco como los nuevos ricos del fútbol.
Positifo: el apasionante final de temporada de la Premier League, con un Chelsea que está que se sale y un Manchester United ya repuesto del resbalón ante el Sunderland que apura sus opciones hasta el último minuto, como hacen los equipos con dignidad, como el propio Milan en Italia y el Hamburgo en Alemania.
Nejatifo: lo que leo en algunos comentarios de ayer en este mismo blog sobre un posible alquiler de Eto'o a un equipo árabe en plena competición. ¿Cómo se puede dar credibilidad a semejante disparate? ¿No creeis que un bulo tan carente de fundamento queda comentado por sí solo?
¡Bona nit, bona sort i Força Barça!
Veamos si somos los mejores
martes, 18 de abril de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 12:25 a. m.
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