A uno le hacen grande sus rivales. Tachito se hizo grande como rival de Núñez (fijaros que nunca se posicionó contra Gaspart) y Rosell se hace grande como futurible en la presidencia azulgrana ante el actual capitoste. Y los forofos del presidente, asiduos a este blog que yo llamo jocosamente Rincón del laportista, deberían ser los primeros en celebrar esta aparición de Rosell, después de tanto quejarse de falta de nivel en el entorno. Imagino a los laportistas felices de que su líder ya no sea acosado sólo por los Majó, Minguella y otros ex candidatos (avalados por un buen puñado de firmas y votos, lo que ya debería darles voz y voto en la Asamblea) sino por un personaje del carisma de Rosell. Alguien que llegó al Barça con un currículum y una mundología muy superior al del presidente, si bien en lo tocante a viajes Tachito no para: empezó por Andorra pero ya lleva casi tantas vueltas al mundo que Samaranch.
¿El libro? Me parece nada oportunista su aparición porque el momento no es favorable al autor, y pone al alcance del gran público muchas cosas, la mayoría de las cuales ya eran conocidas por los periodistas pero, unas veces por falta de espacio, otras por falta de ganas, hasta hoy no habían visto la letra impresa. Otra cosa son las tertulias: Minguella se ha hecho un hartón de denunciar que el acuerdo con el Manchester United por Beckham fue un embolado electoral. Está en su derecho de denunciarlo porque él fue candidato y esa maniobra (de la que Sandro se jacta en su libro, por lo que le doy este jueves un tirón de orejas en la contra de Mundo Deportivo), contaminó la campaña y las elecciones. Todo lo cual me lleva a concluir que Josep Lluís Núñez, mi admirado presidente, el ser superior de la historia azulgrana, ha vivido equivocado: "Al sosi se le puede engañar".
Positifo: que Maxi López, que en esta casa cuenta con muchos y entusiastas seguidores, sea titular el domingo en Sevilla y, por esos caprichos del fútbol, se casque un par de goles (recordad que ahí es donde Kluivert salvó el pescuezo a Rijkaard), que esos puntos le den el título al Barça y para la historia esta pase a ser la Lliga de la gashina o la Maxi Lliga. ¡Qué pasada!
Nejatifo: el partido de Highbury entre el Arsenal y el Villarreal. Bravo pero zafio por parte del equipo amarillo y decepcionantes los gunners, con un Thierry Henry poco implicado y que no estuvo a la altura que el choque requería. Pero lo peor de todo fue el árbitro ¡austríaco! (al Chelsea en Betis le pusieron un luxembuegués), permisivo con el antifútbol de la defensa amarilla y cobarde al señalar el final cuando Riquelme iba a lanzar una falta peligrosa.
¡Bona nit, bona sort i visca el Barça!
Núñez ha vivido equivocado
miércoles, 19 de abril de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 10:46 p. m.
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