Perdonad el retraso pero, en determinadas ocasiones, soy incapaz de decir no a esa penúltima copa de cava que la prudencia aconsejaría boicotear. Y más, si se trata de un “gran reserva”, que yo directamente denominaría un iniesta (¡qué malo, pido perdón!). Me consuela pensar que este mal nos afecta hoy a muchos y que el gelocatil corre con tanta generosidad esta mañana como hace unas horas lo hacían los espumosos del Penedés.
Lo de anoche fue demasiado. Tuve la misma sensación que el día en que Johan Cruyff, en 1973, jugó su primer partido oficial en el Camp Nou (4-0 al Granada): la convicción de que arrancaba algo nuevo, distinto, de que ya nada sería como antes. Porque lo de anoche no tiene nada que ver con darse un festín a costa del Panathinaikos o vapulear a una floja Real. Lo de anoche fue un grito ante toda Europa, un aviso al mundo del fútbol de que acaba de surgir un equipo que está llamado a hacer historia.
Historia de la buena, de la grande, de la indiscutible, de la que no se puede revisar sin manipulación ni mala fe. Por su estilo, al que no renunció y que ya ha comprobado que le sirve para ganar, en la síntesis ideal y que no todos los grandes equipos consiguen: la de ganar jugando de fábula. Y diré más, una idea que desarrollaré en los próximos días y que podemos debatir: este equipo es infinitamente superior al dream team de Josep Lluís Núñez (lo siento, presi) y marcará una época tanto en España como en Europa mucho más brillante que la de aquel equipo que aún hoy nos sirve de referencia. ¡Y con el Tenerife en Segunda!.
¿En cuánto al Madrid? Me alegra pero me sorprende que todos los tiros hayan desviado su objetivo y que Vanderlei Luxemburgo, un entrenador virtualmente destituído hace semanas, sea nuevamente el blanco de la ira ídem. ¿Qué ha hecho Florentino? Pulirse una gran herencia deportiva (el equipo con que ganó la Copa de Europa y la Intercontinental) y económica (el pelotazo fundido en figos, zidanes y bekhams). Pero esa falta de autocrática y el recurso al victimismo y a utilizar a Luxe como chivo expiatorio, les sumirá aún más en la crisis. Del "Así, así, así gana el Madrid", y propongo que se rescate otro grito histórico, aprovechando además una fecha tan señera como la de hoy, 20-N: "¡Franco, resucita, el Madrid te necesita!".
Positifo: el comportamiento del Bernabeu, que supo reconocer de un modo deportivo la grandeza de Ronaldinho y de todo el Barça en general.
Nejatifo: que ahora salga alguien, como sucede en Inglaterra con el Chelsea, que diga que el Barça se ha cargado la emoción de la Liga.
Más nejatifo: ¿Conocéis algo mejor que el gelocatil o la aspirina efervescente para la resaca...?
Zidane, Roberto Carlos, Salgado, Helguera…aprovechad que nos hacen grandes descuentos a los jubilados en el viaje a Ítaca
¡Franco resucita, el Madrid te necesita!
domingo, 20 de noviembre de 2005 | Publicado por Enric Bañeres en 11:15 a. m.
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