El Barça es más que un presidente. Y estar contra Laporta no significa necesariamente estar contra el Barça. Eso sí: quienes estamos contra Laporta, ganamos todas las semanas porque o gana nuestro equipo o pierde el equipo de Laporta. Esa cómoda posición la aplicaban muchos antinuñistas de pro durante la excelsa etapa de los veintitrés años más gloriosos de la historia del Barça: cuando perdía el dream team, se iban tan campantes a casa porque había perdido…el equipo de Núñez. Y nosotros, los nuñistas, les respetábamos. En cambio, ¡caray!, a los nuñistas ni nos respetaban entonces ni nos respetan ahora, cosa que –al menos a mi, personalmente- nos llena de orgullo porque siendo tan poca cosa, no dejamos de ser como una mancha en la mala conciencia de muchos. No olvidemos que a nuestro pecident no lo derrotaron las urnas sino una intifada pertinaz digna de que Francesc-Marc Álvaro escriba algún día un libro titulado (es metáfora, por supuesto), “Els assassins de Núñez”.
Es la aparición del libro de ese autor, “Els assassins de Franco”, que me ha dado el tema, en un oasis de dos semanas sin Liga. Lo dejaré colgado aquí varios días como terapia para que los laportistas podais vomitar toda vuestra bilis, cosa que os liberará de parte de esa mala conciencia de que os hablaba. Y, por favor, no insulteis a nuestra inteligencia ni degradeis la vuestra confundiendo al Barça con su presidente. Con un presidente que ha hecho de la mentira y el engaño una cultura que ya ha contaminado incluso a las figuras del equipo, que exihibe autoritarismo y malos modos, que pone el club al servicio de sus ambiciones y su vanidad, que se delata con su talante antidemocrático…
¿Tuvieron todos los grandes equipos el presidente que merecían? Bernard Tapie ganó la Copa de Europa con el Olympique de Marsella y ¿tenían la obligación los seguidores del OM de estar con su presidente, un sinvergüenza que acabó en la cárcel? ¿y ese Gil y Gil que ganó un doblete a los restos del Dream Team? ¿era un mal colchonero quien no estuviera con su presidente? O, a la inversa, ¿no tenía derecho a gozar de los éxitos de su equipo quien estuviera en contra de ese presunto gangster? Pero ningún ejemplo tan claro como el propio vuestro: ¿acaso no disfrutabais con los éxitos del dream team pese a que en la presidencia estaba Núñez? Por cierto: ¿por qué dejasteis de disfrutar con los éxitos de vuestro equipo cuando estaban Robson y Van Gaal de entrenadores? ¿os habeis parado a pensarlo? Pues, anda, esta semana sin fútbol, meditarlo y pasarle cuentas a quien os hizo tanta mala sangre (de la que todavía no estais curados, a lo que se ve).
Positifo: que falta menos para el gran clásico del Bernabeu.
Nejatifo: que Messi también llegará con jetlag al Bernabeu.
Ítaca no tiene presidentes
"Els assassins de Núñez"
jueves, 10 de noviembre de 2005 | Publicado por Enric Bañeres en 11:08 a. m.
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