Sé que hay jugadores, como Samuel Eto’o, que ya se han pronunciado a favor de hacer el pasillo al Real Madrid cuando el Barça visite el Bernabeu dentro de dos semanas. ¡No, no y mil veces no!. Ya sé que voy a ser tratado de energúmeno, que me dirán que soy un fósil, que los tiempos han cambiado, que los equipos deben comportarse con fair play, ser un ejemplo de elegancia y convivencia, que deporte y civismo deben ir de la mano. Pues es por todo eso que rechazo el pasillo. Es más: yo no dejaría en manos de los jugadores del Barça la decisión de realizar algo que va más allá de un simple acto protocolario. Me basta con la lectura de la prensa madrileña de las dos últimas semanas para comprender que el pasillo no se hace en honor del campeón sino como deshonra y humillación del Barça. Puede que a Eto’o y muchos de sus compañeros les resbale eso y hasta es posible que alguno piense que se han hecho merecedores de tal deshonra, algo en lo que puedo estar de acuerdo. Pero me representan a mi, a 150.000 socios y varios millones de aficionados. Bastante humillados nos hemos sentido durante las dos últimas temporadas para pasar por esa nueva y definitiva ignominia.
Positifo: que el partido de Manchester se va a disputar en el mejor escenario que podíamos esperar, gracias en gran parte a la cooperación del Chelsea. Lo único que me inquieta es que hemos pasado de creernos –y sabernos- muy inferiores a los diablos rojos, a palpar en el ambiente una euforia artificial puesto que nuestro equipo no transmite ningún síntoma que invite al optimismo.
Nejatifo: que van pasando los días y aunque ya hace dos semanas que Ronaldinho debería ser jugador del Milan, ni flowers. Que van pasando las horas y todo el carísimo servicio de seguridad que ha convertido el Barça en un bunker, todavía no ha presentado la dimisión. Que de ser noticia de portada, el robo del ordenador de Laporta ha caído en el olvido más absoluto, seguramente a la espera de lo que suceda en Old Trafford (quicir que ahora lo importante y exclusivo es el partido de Manchester).
¡Bon dia, bona sort i bon viatge a Ítaca!
Un pasillo ignominioso
lunes, 28 de abril de 2008 | Publicado por Enric Bañeres en 9:23 a. m.
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