Tras el sorteo que nos emparejó con el Schalke y con ventaja de campo, no dudé ni por un instante que ya estábamos en semifinales. Lo que nunca pude imaginar es que pasaríamos jugando tan mal, aferrándonos a la suerte, al resultadismo más abyecto. Cuando Bojan acudió al rescate del Camp Nou, va Rijkaard y lo sienta, provocando la segunda pañolada del Camp Nou en cuatro días. El barcelonismo quiere levantar la tercera Copa de Europa pero no quiere que le levanten la camisa hablándole de fidelidad a estilos irrenunciables para luego ofrecerles espectáculos como el de esta noche. Al zozi no se le puede embaucar.
Positifo: que el cuadro de semifinales parece una repetición del año pasado, cuando un Milan que no era favorito, se medía a los tres ingleses. Y el título se quedó en el continente.
Nejatifo: que Xavier Sala Martin -ex presidente en funciones del Barça- haya puesto en marcha el ventilador para echar un capote a su amigo Joan Laporta pero echando porquería sobre la plantilla, los servicios médicos, los técnicos y el propio club.
¡Bona nit, bona sort i bon viatge a Ítaca!
¡Milagro, milagro!
miércoles, 9 de abril de 2008 | Publicado por Enric Bañeres en 10:36 p. m.
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