Aún a riesgo de que se me echen a la yugular quienes deploran el carácter especulativo del periodismo de opinión (mayormente el deportivo), quiero insistir en que el Madrid pincha. ¿Por qué? Porque así me lo parece, que para mí ya es una razón de peso. Y, ¿por qué me lo parece? Porque ese ciclón remontador que fue el equipo de Capello durante seis partidos (los anteriores a Zaragoza), se habría ido al garete sin la mediación providencial de Tamudo. ¿Algo más? Sí, que siempre resulta insensato festejar lo que aún no se tiene y el madridismo, con su presidente a la cabeza, lleva ya cinco días de alirón. ¿Eso es todo? Me queda lo más importante desde el punto de vista de un analista deportivo creíble y que suele echar mano de argumentos sólidos: parece que Guti juega de inicio, como dicen en Madrid, lo cual es una garantía de: a) desquiciamiento en el campo y b) divorcio con la grada. Y, para teminar, creo que el Madrid pinchará porque en la situación en que estamos nosotros, debemos creer en los milagros y administrarlos de acuerdo con nuestras simpatías: creo que el Madrid pinchará, que ganará el Sevilla y será segundo, que bajan el Athletic de Bilbao y el Betis y que se salvan la Real Sociedad y el Celta. Luego, pasará lo que pase. Pero a mi nadie me apea de mis buenos augurios. Al menos, hasta el domingo por la noche.
Positifo: el repaso que Boca Juniors le ha dado al Gremio de Porto Alegre en la final (ida) de la Copa Libertadores (3-0). Me alegro por jugadores como Ibarra, Marioni, Palermo, Battaglia y Riquelme, todos ellos de vuelta al fútbol argentino que, al igual que Verón en el Estudiantes y otros, han demostrado que no han vuelto sólo a pegar el último atraco. Si Riquelme y Palermo ganar en invierno una nueva Intercontinental, el único título que se nos resiste, nos habrán sacado los colores.
Nejatifo: que la retirada de Vítor Baía, a sus 38 años, me permite rememorar el mal trato que hemos dado a algunos grandes jugadores sólo por campañas extradeportivas, o porque llegaron al peor sitio en el peor momento. En sólo tres años en el Barça, Baía ganó dos Ligas, dos Copas del Rey, una Supercopa de Europa y una Supercopa de España. Y en toda su carrera, tiene una Copa de Europa, una UEFA, una Intercontinental para un total de 25 títulos en 19 temporadas como profesional.
¡Bon dia, bona sort i bon viatge a Ítaca!
Pasará lo que yo diga
jueves, 14 de junio de 2007 | Publicado por Enric Bañeres en 9:40 a. m.
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