La semana pasada tuve la impresión de que Deco se borraba para Montjuïc. Hoy tengo la impresión de que también se borra del partido contra el Nástic. Con anterioridad se había borrado del partido de Getafe, al obligar al árbirro a que le enseñara una tarjeta amarilla que incluso pudo ser roja, y el entrenador lo reservó para el partido de ida ante el Alavés, igual que hizo con Ronaldinho. Éste reapareció en Montjuïc y en el partido de vuelta ante los vitorianos, pero su presencia en el campo fue puramente testimonial, se desentendió por completo del partido (sobre todo del de Montjuïc) y dejó tirados a sus compañeros. ¿Eso es borrarse? ¿mejor llamarlo esfumarse? ¿escaquearse, para utilizar una expresión más coloquial? En cualquier caso, quienes se borran, son borrones para el Barça.
Cuando un deportista profesional adopta esa actitud, deja mucho que desear porque no sólo es insolidario con sus compañeros sino que lo es con el club que le paga, con el escudo que dice defender, con la camiseta con la que se ha comprometido. Ambos empiezan a pasarse de la raya: no es sólo el retraso inexplicado en el caso de Ronaldinho después de las Navidades, sino el desdén, dile pasotismo, mostrado por ambos futbolistas desde antes del viaje a Japón. Recordemos que a Ronaldinho ya se le reservó en aquel poco lucido partido ante el Levante. Yo aplaudí aquella precaución por creer que nos dvolvería un Ronaldinho en plenitud. No sólo me equivoqué sino que de una misma tacada perdimos dos, Ronaldinho y Deco. Y, ojo, porque este tipo de virus es muy contagioso cuando se introduce en un vestuario.
Nejatifo: el entusiasmo que Luis Fernández puede aportar a un Betis que encontró en estado de semirruína y que recibe al Barça la semana que viene. El machote es la antítesis de Jabo Irureta, y su carácter meridional (es oriundo de Tarifa), conecta perfectamente con la mentalidad del equipo verdiblanco. Ahora sólo faltaría una eliminatoria copera Sevilla-Betis para que la ciudad viviera una feria de abril anticipada.
Positifo: el caos en que se ha convertido el Madrid, obligado a ganar la Liga o la Copa de Europa para no cerrar la cuarta temporada consecutiva en blanco, algo que probablemente no sucedía desde antes de la llegada de Di Stéfano al club. Los fichajes de Gago e Higuaín no resuelven el presente ni garantizan el porvenir. Son jugadores del nivel Rochemback-Geovanni, buenos para un Villarreal o un Depor. Les han vuelto a levantar miserablemente la camisa. Una camisa que hace tiempo que no les llega al cuerpo.
¡Bona nit, bona sort i Bon viatge a Ítaca!
Los 'borrones' Deco y Ronaldinho
viernes, 19 de enero de 2007 | Publicado por Enric Bañeres en 12:39 a. m.
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