Este oficio me tiene enganchado como el primer día. Ponerse ante el ordenador y ver cómo surgen las líneas y en ellas reconoceis la idea que se va formando, de manera atropellada, en vuestra cabeza, y cómo imaginais que la misma vibración que sentís vosotros podrá compartirla un lector, aunque sea uno solo...Creo que en eso radica la utilidad de este blog: todo lo que escribimos es muy leído y a menudo tiene respuesta, abre polémica, crea debate...
A mis 61 tacos, el periodismo sigue siendo una pasada. Hoy, por ejemplo, he escrito la contra de Mundo Deportivo. ¡Qué gozada!¡Qué privilegio! Poder explicar por qué no sólo el Madrid invoca sus espíritus cuando quiere montar una encerrona sino que todos los hacemos y el Barça no es una excepción. Qué gusto poder reclamar para Víctor Valdés la comprensión que no tuvimos con Vítor Baía, Enke, Rüstü y Reina. Que satisfacción comentar las escandalosas imágenes del sarao austríaco de Tachito Laporta. Y que responsabilidad (la página no da para más), comparar a los valientes culés que viajaron a la hostil Valencia en la caravana blaugrana (pero rascándose el bolsillo), de los opulentos gorreros que acompañarán a “la comitiva oficial” a Londres, a expensas de todos los socios.
Pero lo mejor, el regalo de la jornada, ha sido cuando mi jefe, Dagoberto Escorcia, me ha encargado un artículo para el suplemento del lunes de La Vanguardia respondiendo a la pregunta “¿Por qué me gusta el Chelsea?”. Si no hay novedades (ya sabeis que el periodismo está siempre sujeto a los vaivenes de la información), irá encarado con otro de mi gran amigo y corresponsal nuestro en Londres, Rafa Ramos, conocedor como pocos del fútbol inglés -y abonado al Fulham- que, como ya habreis imaginado, responderá a la pregunta “¿Por qué no me gusta el Chelsea?”.
Poder escribir lo que piensas para que sea leído, incluso cuando eres “políticamente incorrecto”, como a veces es mi posición (y ya lo era con Núñez y Gaspart en el poder, sólo fui sumiso con Montal, había que serlo porque entonces el club pagaba los viajes a los periodistas), es algo que a todos los que os quereis dedicar a este oficio, os hará muy felices. Como a mí me hará feliz que el AZ elimine al antipático Betis pese al 2-0, porque no soy rencoroso. Pues con mi amigo Van Gaal, en un almuerzo en el Via Véneto, casi llegamos a las manos porque no le gustaban mis críticas (y porque tal vez habíamos hecho demasiados honores a unos excelentes caldos de la Rioja, que todo cuenta).
Positifo: que poco a poco se van consumiendo etapas de ese tormento que es la Copa de la UEFA, reducto de mediocres. Por automedicación, no veo nunca partidos del Betis ni el Espanyol ( salvo que jueguen contra Barça o Madrid), pero entras en Live Score y ves el programa que había y, francamente, te entra dolor de tripas.
Nejatifo: la gran cantidad de lesionados de todos los equipos, que se van a perder la reanudación de la Liga de Campeones. A Xavi, Duff, Raúl, Zenden, Riquelme se suman Drogba (dudoso), Geovanni (Benfica), Stam (Milan), Verón (Inter). Sólo en el tenis, desde que se han implantado severos controles antidoping, se producen tantos forfaits como en el fútbol.
Más largo que un día sin fútbol
jueves, 16 de febrero de 2006 | Publicado por Enric Bañeres en 1:01 a. m.
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